El nou enviat de Parker, Neal Martin, en exclusiva a La Vanguardia

També aquest dilluns signo a La Vanguardia (secció Viure) una entrevista en exclusiva a Neal Martin, el nou enviat de Parker a Espanya. És la primera entrevista que se li fa a Espanya des que va ser nomenat en el lloc que ocupava el destituït Miller. Avui Martin, que mostra alguns apriorismes sobre els vins catalans, torna a Catalunya. Demà l'esperen a Costers del Segre. Un bon amic meu diu de l'entrevista que signo avui a La Vanguardia que "com a article periodístic em sembla molt bé. Ajuda a fer que segueixi la "mística" del tastador gurú intocable i idolatrat... abans un enviat i ara un altre que sembla "estar més a l'alçada". En resum una bona explicació i relat del que passa". Afegeix que "el fons de la qüestió ja no em mereix tan bones paraules. El d'abans visitava les mateixes zones i gairebé cellers que ara; abans parlava de mística sexual i ara de religiosa; abans es devia a uns i ara es deu a uns altres? Más de lo mismo: perpetuació d'un canal, una manera de fer, d'interpretar, de fer que tothom segueixi... només que el Parker ara ens deixa que els Europeus ens entenguem amb un europeu (resultarà més fàcil....???) que és anglosaxó i per tant també més fàcil d'entendre per ell, el gran Parker". La següent entrevista va ser feta a l'Hostal Sport de Falset el 21 de febrer:

“El vino ideal debe recordarte su origen”

El nuevo enviado a España de la guía de vinos más prestigiosa del mundo se estrena catando en el Priorat 

RAMON FRANCÀS

Falset

Cuenta que el vino se le manifestó en 1996 como una epifanía, con una copa de un portentoso burdeos clásico, el Château Montrose de 1982 (Saint-Estèphe). Desde entonces no ha dejado de catar. Es el británico Neal Martin, que vistiendo vaqueros y zapatillas deportivas está catando por primera vez en España para la guía más prestigiosa del planeta: The Wine Advocate del gurú norteamericano Robert Parker. Del 21 al 23 de febrero estuvo recorriendo el Priorat y catando sus vinos. Este lunes regresa para catar in situ en las denominaciones de origen Costers del Segre, Empordà y Penedès. También aprovechará este nuevo viaje para catar vinos del resto de las DO catalanas. En Rioja no se le espera hasta mayo. Su primera visita a España ha sido coordinada por la patronal Associació Vinícola Catalana (AVC) y ha sido él mismo quien ha elegido las bodegas que visita. En el Priorat ha conocido directamente bodegas como Clos Mogador, Mas Martinet, Álvaro Palacios, Ferrer Bobet, Torres o Viticultors Mas d’en Gil.

            Martin tiene previsto escribir un reportaje sobre Catalunya concentrándose en aquellas regiones más conocidas en los Estados Unidos. Sus visitas tienen un cariz estrictamente profesional y, según la patronal AVC, “ha dejado muy clara la condición de que The Wine Advocate pagará por todos sus gastos ocasionados durante los viajes, dado que es una revista independiente”. La aclaración no es baladí ya que Robert Parker cesó el 4 de diciembre pasado al antecesor a Neal Martin en España, el norteamericano Jay Miller, tras destaparse un escándalo. Unos e-mails revelaron que se pedían cifras de entre 20.000 y 40.000 euros para que Miller visitara bodegas de Murcia. Pero Neal Martin dice que la polémica no le afecta y que ni siquiera conoce a Jay Miller ni a quien lo acompañó en sus viajes por España, Pancho Campo. Ambos negaron las acusaciones.

            Sólo el primer día  ya cató 60 vinos tras recorrer ocho bodegas del Priorat. Por la noche, mientras cenaba con agua, recibía a La Vanguardia en el hotel de Falset donde se alojó. Asegura que se han cumplido las expectativas que le habían generado los comentarios de sus amigos sobre los paisajes prioratitos: “son  preciosos”. El día siguiente llegó a catar hasta 145 vinos de un total de 45 bodegas, principalmente tintos, en el Parc Tecnològic del Vi de Falset; y el 23 de febrero cerró su primer contacto con Catalunya catando una docena de vinos de dos bodegas más. O sea, se llevó en su pequeño ordenador portátil comentarios, a menudo trufados de anécdotas, sobre más de 200 vinos. Sus anotaciones se condensarán en 8.000 palabras consciente de que “me resulta más difícil escribir que catar”. “Para mí –asegura- es muy importante venir a conocer las zonas y no hacer crítica sin haber estado aquí”. Dice haber encontrado vinos que van “del suficiente al excelente” en un Priorat que considera aún “una zona muy joven”. Cree que sus vinos mejoran con un buen envejecimiento. De los vinos españoles destaca que “son muy diversos, con estilos muy diferentes”, y sobre la polémica que levantó cuando afirmó hace 5 años que no entendía los vinos españoles, Martin ha querido salir al paso afirmando que “nunca se pueden entender todos los vinos ya que a cada añada son distintos”. En su casa ya ha empezado a catar muchos vinos catalanes, entre los que ha encontrado “grandes productos”. Además, reconoce que prefiere el cava al champán por su gran relación calidad-precio, y asegura también que le motiva especialmente “aprender constantemente” y descubrir zonas que hasta ahora le eran desconocidas, como es el caso del Penedès.

            El vino ideal es para Neal Martin uno que sea capaz de “recordarte su origen” cuando lo catas, de trasladarte a su paisaje y a sus variedades. En este sentido señala que un cabernet sauvignon es “previsible”, mientras que las variedades autóctonas “dan identidad”. Apunta que “también existen vinos que son capaces de emocionarte simplemente, de dejarte mudo, sin palabras, casi como en una experiencia religiosa”. Siempre cata muy concentrado, sin perder la atención “aunque haya un terremoto al lado”. Cata y escribe a renglón seguido todo lo que le viene a la mente. Huele y degusta, y luego reflexiona sobre si lo que ha escrito se ciñe a lo que está catando.

            De 41 años, Neal Martin es serio, de apariencia tranquila y modesto. Reside al sur de Inglaterra, en Guildford, y además de considerarse un “escritor de vinos” se confiesa  amante de la buena música, especialmente de la de conjuntos como la banda inglesa de rock alternativo Radiohead. No acaba de entender el revuelo que causa el trabajo de un catador inglés que trabaja para una publicación norteamericana escribiendo sobre vinos españoles, argentinos y chilenos, aunque dice sentirse “muy responsabilizado”.