Ramon Roqueta |
A la recontraportada de la secció d'Economia de l'edició de La Vanguardia d'ahir dissabte signava una informació sobre el salt de producció de LaFou Celler (DO Terra Alta), de Roqueta Origen. La consolidació d'aquest projecte coincideix amb la inauguració del celler, el passat 7 de juny.
Roqueta Origen consolida su proyecto en la Terra Alta triplicando la producción
RAMON FRANCÀS
Barcelona
Roqueta Origen inaugura el próximo 7 de junio en Batea su tercera bodega,
un proyecto de altura en la DO Terra Alta con el que expresar “la identidad de un
territorio, su paisaje, su cultura y sus tradiciones”, según su gerente, Ramon
Roqueta. La nueva bodega, LaFou Celler, se ha integrado en una casa señorial
del casco antiguo de Batea, la Casa Figueras, construida hace más de 250 años.
Se ha restaurado minuciosamente conservando su estética original, incluyendo
los antiquísimos capiteles procedentes de la primera iglesia de este pueblo de
poco más de 2.000 habitantes. La familia Roqueta, del Bages, inició el proyecto
en el 2007, con la adquisición de las primeras fincas. Hoy suman 60 hectáreas en Batea,
de las cuales 12,5 son viñedos. Entre la adquisición de las fincas, la compra y
restauración de la histórica casa señorial del siglo XVIII y la construcción de
la bodega ya suman una inversión de 1,6 millones de euros. El éxito cosechado con sus primeros vinos, con
altas puntuaciones en guías de prestigio internacional, les decidió a construir
nuevas instalaciones. A finales del 2010 iniciaron las obras de una bodega,
integrada en el patio de la Casa Figueras, en la que se elaboró la primera
cosecha en 2011. La del 2007 fue su primera añada en el mercado, de la que
vendieron poco más de 3.000 botellas. El 2012 lo cerraron con unas ventas de
6.800 botellas y este año esperan dar un gran salto, hasta las 25.000 botellas
vendidas de sus ahora tres referencias en el mercado. El último ejercicio lo
cerraron con una facturación de 74.000 euros y este 2013 confían alcanzar los
230.000 euros. Esperan alcanzar su techo de producción, 80.000 botellas, en
2018.
Exportan un 30% de su
producción, principalmente a Alemania, Andorra, Holanda, Bélgica, China y Suiza,
pero esperan llegar a exportar hasta un 70% de su producción. Según Ramon
Roqueta, “no queremos que nuestros vinos solo se puedan encontrar en los
mercados internacionales, también queremos que se puedan disfrutar en el
territorio donde nacen”. Es un proyecto con el que persiguen “encontrar la
esencia de la Terra Alta” que ahora, con las nuevas instalaciones de la plaza Catalunya
de Batea que inaugurará el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se abrirá
al enoturismo.
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