Aquest dilluns signo a la secció Gent de La Vanguardia la crònica de la moguda coronació de Mireia Belmonte com a Reina del Cava:
Mireia Belmonte, ‘nadar’ en aguas revueltas
Una estruendosa protesta de los trabajadores de Freixenet desluce la coronación de la nadadora como Reina del Cava
RAMON
FRANCÀS
Sant
Sadurní d’Anoia
Pocas veces Mireia Belmonte ha tenido que ‘nadar’ en aguas más agitadas que
anteanoche en Sant Sadurní d’Anoia. Su coronación como Reina del Cava, así como
el pregón musical de Dagoll Dagom, se vieron deslucidos por una estruendosa
protesta de los trabajadores del Grupo Freixenet. La bimedallista olímpica pudo
hacerse escuchar entre gritos y pitidos ensordecedores para manifestar que su
coronación es un “honor muy grande”. Muy emocionada, confesó que “el cava, que
nunca falta en mis celebraciones, es muy importante para mi”. La nadadora llegó
en un rutilante coche descapotable de época de 1926, un Packard del cavista
Jaume Vidal, luciendo una gran sonrisa, un vestido nupcial de Rosa Clará
(realizado en voile de seda natural con escote bordado en tul de seda y cristal
italiano y falda con gran caída que da al vestido un movimiento vaporoso
y elegante, según la firma catalana) y joyas de Swarovski. El director de Dagoll Dagom, Joan Lluis Bozzo, quiso
apaciguar los encendidos ánimos afirmando que “el cava se asocia íntimamente a
nuestros grandes momentos de felicidad”. También añadió que “queda poco para
que se acaben los malos momentos”, y que no habrá suficiente cava para
“celebrar la libertad de este país”.
El presidente de la
Confraria del Cava y director de comunicación de Freixenet, Pere Bonet,
respondió la protesta afirmando que “los trabajadores del sector del cava no
son los que se pueden quejar más”. El presidente del comité de empresa de
Castellblanch, Jesús Buil, lamentó que “el Grupo Freixenet ha reconocido que
este año facturará más y a nosotros nos quieren rebajar el salario un 15% y
dejarnos sin ayudas sociales”.
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