Avui diumenge, al suplement Negocios de la secció d'Economia de La Vanguardia, signo un reportatge sobre l'emergència d'escumosos per tot Catalunya, i també a Espanya, que no estan emparats per la DO Cava. Què en penseu?
Burbujas ajenas al cava
RAMON FRANCÀS
Sant Sadurní d'Anoia
Tras la estela del segundo espumoso de calidad más vendido y con mayor prestigio del mundo, el cava, están proliferando por toda la geografía catalana, y también por la española, espumosos elaborados con el método tradicional (champenoise) o los que realizan la segunda fermentación en grandes depósitos herméticos de acero inoxidable un mínimo de 21 días (lo que se conoce como métodos granvas, charmat o cuvée close). Los hay desde Daimiel o Menorca (Binifadet) a Valladolid pasando por el Penedès, la Terra Alta, Tarragona, Alella, Costers del Segre o el Empordà. Incluso ya existen espumosos sin alcohol, como el Eminazero elaborado por el Grupo Matarromera en Medina del Campo. La tendencia tiene larga trayectoria en Francia, donde además del champán existen otros espumosos de calidad, entre los que destaca el Blanquette de Limoux, una appellation d'origine contrôlée (una DO) creada en 1938.
El conseller de Agricultura de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí, ve “una riqueza para el país” la variedad de productos que “persiguen la excelencia”. Albert Milà, propietario de Mas Comtal, la primera bodega del Penedès que abandonó la DO Cava para comercializar su espumoso de calidad bajo el amparo de la DO Penedès, entiende que el Cava es una denominación de origen “artificial y difícil de explicar y entender, ya que se extiende desde los Pirineos a Extremadura repartida en pequeñas islas”. Para Mas Comtal abandonar la DO Cava supuso un “argumento de venta” para sus 10.000 botellas anuales de espumoso. Milà afirma que “nuestro espumoso está producido en una región determinada” y recuerda que la gran mayoría de consumidores confunde el cava con un método de elaboración cuando, en realidad, es una DO. Sergi Colet, enólogo de las cavas del Penedès del mismo nombre que hace cinco años que también abandonaron la DO Cava para comercializar las más de 100.000 botellas de sus seis espumosos, afirma que comercializar bajo la DO Cava sus productos en los mercados internacionales, donde venden entorno al 70% de su producción, “nos limitaba mucho, ya que el cava se ha posicionado en el mundo a unos precios realmente muy bajos”. Otra de las razones que empujó a Colet a dejar el Cava fue la limitación de variedades de uva que autoriza. Pese a su larga experiencia elaborando cavas, Manel Aviñó, enólogo y copropietario de Can Ramon-Viticultors del Montgròs de Sant Pere de Ribes, ya puso en marcha su bodega en 2002 elaborando espumosos solo amparados por la DO Penedès. Asegura que la amplitud de la DO Cava les impide singularizar su terroir del Garraf y sus variedades autóctonas, aspectos a los que dan gran relevancia. Como Colet, Aviñó también se muestra “limitado” por las variedades de uva autorizadas por el reglamento del consejo regulador del Cava. En el Penedès, de hecho, no dejan de lanzarse espumosos de calidad, como los de Mas Can Colomé de Castellet i la Gornal, el de muscat de Torre del Veguer de Sant Pere de Ribes o el de malvasía del Hospital de Sant Joan Baptista de Sitges.
El granvas catalán de mayor producción es Dubois, del cual el grupo Freixenet elabora en Sant Sadurní d'Anoia en torno a 7,5 millones de botellas anuales. Al director de comunicación de Freixenet, Pere Bonet, no le extraña la creciente irrupción de espumosos de bajo precio visto también el crecimiento, con la crisis económica, de los cavas de marca blanca y de los de precios más bajos. Opina también que “un granvas bien elaborado tiene su nicho de mercado”. En plena Guerra del Cava, el Grupo Codorníu decidió sacar de la DO Cava sus espumosos de Raimat, que se comercializan bajo el amparo de la DO Costers del Segre. Pese a que Codorníu anunció que, tras autorizarse la variedad pinot noir para elaborar cavas blancos, devolvería sus espumosos de Raimat a la DO Cava, la cuestión “no está actualmente sobre la mesa”, según ha confirmado a La Vanguardia su director general, Xavier Pagès. El primer ejecutivo de Codorníu opina que los espumosos comercializados sin el sello de la DO Cava “deberán buscar su camino por si mismos y ganar prestigio apostando por la calidad”. En la DO Terra Alta, Agrícola de Corbera d’Ebre, con Nakens, fue pionera en la elaboración de espumosos mientras Agrària Sant Salvador d’Horta ya tiene en cartera lanzar al mercado su espumoso Racó del Convent. En Tarragona también hay ejemplos destacados de investigación como el de los espumosos de sumoll Iomus, de la Cooperativa Agrícola de Rodonyà. Amparado por la DO Alella, la bodega Altrabanda ha lanzado el espumoso Serra de Marina, elaborado con la variedad pansa blanca; mientras que Empordàlia ha tenido que ampliar la producción de su brut de garnacha blanca y macabeo tras el éxito que ha cosechado este espumoso de la DO Empordà.
Una oportunidad para el cava
Una oportunidad para el cava
Lejos de verlo como una amenaza, hay quien opina, como el secretario general de la Federación Española del Vino, Pau Roca, que la profusión de espumosos no cava en Catalunya y España ofrece "una oportunidad para ganar mayor valor cualitativo al cava". Roca, que ve al cava como "un producto con tendencia a la excelencia" que ocupa la parte más alta de la pirámide de espumosos españoles, considera como una dinámica "bastante natural" la irrupción de espumosos no cava en el mercado, "como hace años que ocurre en Francia sin que el champán vea menoscabado ni su prestigio ni su volumen de negocio".
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