Carmen Ferrer i Manolo Sanmartín al costat de la barraca de la seva vinya de la Serra de Santa Bàrbara. Fotografia de Josep Gironés Descarrega |
A la recontraportada de l'edició de La Vanguardia d'avui dijous, a la secció d'Economia, signo un article sobre un dels cellers pioners i icona en el ressorgir de la DO Terra Alta. Van arrencar fa gairebé 20 anys i el trajecte no ha estat fàcil. Què en penseu?
Bàrbara Forés amplía sus viñedos
e invierte para seleccionar levaduras autóctonas
Esencia de Terra Alta
RAMON FRANCÀS
Gandesa
Bàrbara Forés, una de las firmas pioneras y más
emblemáticas de la emergente DO Terra Alta, sigue invirtiendo a las puertas de
su 20 aniversario para ampliar su patrimonio vitícola, principalmente con
viejos viñedos de variedades autóctonas. Entre el año pasado y el próximo
habrán incrementado sus viñedos en 4 hectáreas. También han anunciado una
inversión para electrificar parte de sus viñas y evitar la devastadora acción
de las cabras hispánicas y los jabalíes. Ya disponen de 21 hectáreas de viñedos
propios repartidos en 9 fincas, que en tres años serán totalmente ecológicos.
También están apostando de forma decidida por la investigación para seleccionar
levaduras autóctonas con las que reforzar la personalidad de sus vinos. En este
proyecto, que se desarrolla en el Parc Tecnològic del Vi de Falset (Vitec),
están invirtiendo 12.000 euros. Incluso se están adentrando en la
experimentación con ánforas de barro de la zona fabricadas artesanalmente en
Miravet para la elaboración de vinos. Próximamente abordarán nuevas
plantaciones de la vid autóctona morenillo, pese a que incomprensiblemente
sigue siendo una variedad de uva no autorizada más allá del carácter
experimental. Cerraron el último ejercicio con una producción de 60.000
botellas, con siete referencias, y una facturación de 270.000 euros. Este 2013 confían
en alcanzar unas ventas por valor de 300.000 euros. Sus exportaciones, que se
dirigen principalmente a Bélgica, Suiza, Estados Unidos, México, Alemania y
Canadá, ya suman un 40% de su producción.
Los propietarios, la ingeniera agrícola y enóloga
Carmen Ferrer y su esposo Manolo Sanmartín, reconocen que “no alejarnos de
nuestro objetivo de calidad con viñedos propios manteniendo la herencia
recibida, la esencia de la tradición artesanal, nos ha impedido, seguramente, crecer
más rápidamente”. Añaden que Bàrbara Forés, más que un proyecto empresarial, es
el “gran sueño” de sus vidas. Esta histórica empresa familiar vitivinícola, con
raíces que se remontan a 1898, puso en marcha en 1994 la bodega Bàrbara Forés,
declarada por parte de la Generalitat como empresa agraria prioritaria, para
elaborar vinos de calidad con los que rentabilizar su patrimonio. Manolo
Sanmartín asegura que Bàrbara Forés “es uno de aquellos proyectos difíciles de
poner en marcha, pese a que no faltó ni pasión ni ilusión, y que son aún más
difíciles de mantener con velocidad de crucero”. Invirtieron cerca de una
década para alcanzar el umbral de rentabilidad. Sanmartín también apunta que
“sin mí, mi esposa no lo habría hecho y yo, sin ella, no habría continuado”.
Reconocen que “todo ha ido muy lento, ha habido sangre, sudor y lágrimas, los
proyectos empresariales requieren esfuerzo y constancia”. También están
convencidos de que su marca es muy conocida, “mucho más de lo que somos, de
nuestro volumen”. Carmen Ferrer, representante de la quinta generación de la
familia propietaria, no tiene dudas, sin embargo, de que la DO Terra Alta
“debería creer más en sus posibilidades”.
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