En el número del mes d'abril de la revista Vinos y Restaurantes abordo la qüestió de l'enoturisme, que va guanyant experiències de teatralització i escenificació. Què en penseu?
Teatralizar el vino
RAMON FRANCÀS
En la bodega de vinos de finca Waltraud de Torres en Pacs del
Penedès (Alt Penedès-Barcelona), los monjes medievales emergen de las paredes
para explicar la historia del vino. Son hologramas (imágenes ópticas tridimensionales
obtenidas mediante la técnica de la halografía). En Torres también ofrecen a
los visitantes un túnel de las sensaciones donde se puede oler, escuchar y ver el
ciclo de la vid y su fruto a través de las diferentes estaciones del año. Y es
que las propuestas enoturísticas cada vez son más imaginativas, ingeniosas y
amenas, con apuestas como la visitas teatralizadas. En la bodega Jean Leon de
Torrelavit, en el caso de visitas especiales, es un actor quien encarna el
papel de Ceferino Carrión para explicar la vida de película del creador de la
prestigiosa bodega del Penedès ahora que celebran su 50 aniversario. En la
Coopetaiva Falset Marçà (Priorat-Tarragona) ya hace tiempo que dos actores
ofrecen visitas con un destacado componente humorístico. Desde esta firma con
bodega obra de Cèsar Martinell se anuncia que Leonor es la guía de estas
visitas, pero que “si por algún imprevisto esta señora no se presenta, siempre
tendrás la compañía de Gregori, el contable, o de Blai, el chico que lleva el
toro. Ellos te descubrirán los secretos más ocultos de la bodega”.
También bodegas tan destacadas como
Protos (Peñafiel-Valladolid) han decidido apostar por las visitas
teatralizadas. La bodega oferta un recorrido por las calles de Peñafiel junto a
un pícaro del siglo XV donde los visitantes deberán resolver un misterio y
ganarse el acceso a la bodega. Un pícaro vestido de monje guía a los visitantes
por las calles, monumentos y recovecos más característicos de la villa más fiel
a Castilla y les guia hasta la bodega de Protos. Los enoturistas pueden conocer
así el entorno de la bodega durante una hora y media pero también tienen una
tarea: ayudarle a resolver un misterio y ganarse su acceso a la bodega. Una vez
conseguido el pase a Bodegas Protos, los turistas seguirán descubriendo cómo se
crean, producen y nacen los vinos de Protos. Bodegas como Pagos de Leza
(Ávila), propiedad de la familia Santamaría López, o Argüeso (Sanlúcar),
también han subido el telón de las teatralizaciones. También Sanlúcar
ha sido convertida en “un gran teatro” donde “intérpretes del patrimonio” y
actores encarnan a personajes que marcaron un antes y un después en la historia
de la ciudad, así como en la del vino en todo el Marco de Jerez.
En Nulles (Alt Camp-Tarragona), un
monje cartujano envuelto en sus hábitos y provisto de una antorcha recorre la
histórica bodega modernista de Nulles en la ViNitCultura. Se trata de una
“experiencia sensitiva diferente” con la cual quieren transmitir valores como
la tradición, la tierra y el trabajo del hombre. Es una visita
semi-teatralizada previa a una cena-maridaje en esta joya arquitectónica de
1919 obra de Cèsar Martinell. Durante la cena no faltan catas a ciegas (en las
que se cuelan incluso vinos en tetra-brick) y diversas sorpresas. La ViNitCultura,
que forma parte del conjunto de actividades enoturísticas de la Vinícola, se ha
“reinventado” después de un año de éxito en que ya vio premiada la iniciativa
con el primer premio a la actividad enoturística de la Confederación
Empresarial de la Provincia de Tarragona (CEPTA) y que puso el cartel “de
agotado” en todas sus actuaciones mensuales el 2012. Este 2013 se ha anunciado
que amplían la frecuencia de celebración de la ViNitCultura de una a dos
jornadas al mes, además de introducir novedades en la performace de la actividad y nuevos menús maridaje, entre otras
sorpresas. La actividad hasta el mes de abril se solapa con la iniciativa ‘Un
dia a Nulles’, que durante la temporada de calçotades ofrece la posibilidad de
visitar la bodega, cultivos ecológicos de calçots, hacer una cata de vinos y
cava y acabar con una calçotada en el interior de la Catedral del Vino de
Nulles. De cara a la primavera, tendrá lugar la presentación de nuevas
actividades enoturísticas entre las que destacará una de inédita en el mundo
del vino y el enoturismo (no se han dado, por ahora, más detalles).
El director general de Adernats-Vinícola
de Nulles, Joan Castellví, no tiene dudas de que “cada vez más, todas las
empresas buscamos una diferenciación respecto a nuestros competidores, buscamos
que se nos identifique con algún aspecto que permita generar valor a nuestra
marca. Competir con una estrategia de costes (competir por precio), en el
entorno social y sectorial con el que empresas de pequeña y mediana dimensión
nos posicionan; es prácticamente inviable ya desde la misma estrategia
empresarial y, evidentemente, desde la óptica económica y financiera”. En este
sentido, se muestra convencido de que “siempre, y todavía más hoy, hace falta
que nos motive lo que hacemos con independencia de la rentabilidad económica a
corto plazo que se pueda sacar. La apuesta sólida son los proyectos de largo
plazo, y no los de inmediatez, con esta óptica conseguiremos los objetivos
clave de toda pequeña y mediana empresa: la diferenciación y la creación de
valor”. En Adernats-Vinícola de Nulles,
además, han identificado claramente como uno de sus elementos diferenciadores
y, a la vez, único: el de su patrimonio histórico. Así pues, con la visión
empresarial y la herencia recibida, crearon una experiencia sensorial para
enaltecer los vinos y cavas Adernats. La creación de la ViNitCultura les ha
permitido “establecer una relación más próxima y personal con nuestro
consumidor La vivencia de esta experiencia sensitiva nos permite arraigarnos en
el interior de aquella persona, y desde aquel mismo momento iniciar una
relación más íntima y personal estableciendo unos lazos de unión”. Añade
Castellví que “todo esto hace que pasemos a formar parte de su vida, o al menos
tengan un recuerdo agradable del momento en el que su vida se cruzó con la
nuestra”. También cree que el enoturismo es una gran oportunidad en la que
queda aún mucho camino por recorrer.
Y es que, como dijo Arthur Miller, el teatro no
puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí
misma. Aunque, como recordó Eugene Ionesco, si es absolutamente
necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la
gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que
las haya.
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