Una guerra del cava a lo bestia
RAFAEL Torres 15/09/2012Los nacionalistas catalanes están hoy, más o menos, en el mismo punto que hace una semana, un mes, un año o un decenio, pues la emoción de la Diada, de sentirse tantos y tan fuertes, dura lo que duran las emociones. Entre ellos, los hay de derechas, como los de CiU, de centro, como los de Ciutadans y los del PSC, y de izquierdas, como los de Iniciativa o ERC, y, como ocurre en todas partes, el nacionalismo de cada uno de ellos, que es lo único en lo que en teoría convergen, es tan disímil del de los otros, que casi constituye su máxima divergencia. Eso, como es natural, ralentiza y estorba su hoja de ruta hacia la independencia, en tanto que en el lado contrario, es curioso, se da como cosa hecha. Claro que en el lado contrario, sobre todo al fondo a la derecha, el discurso y el propósito son más simples. El primero: el de la criminalización pura y dura del nacionalismo catalán, sin mayores dibujos dialécticos; el segundo: aguarles la fiesta en lo posible, y, si se tercia, en lo imposible.
Artur Mas no es, desde luego, un tipo serio, y mucho menos un político amable ni benéfico. Se da un aire a Laporta, el anterior presidente del Barça, pero aquél era, en su folclorismo, más auténtico. En tanto sea ese señor, Mas, el que se empeñe en liderar la independencia, esta seguirá vislumbrándose solo en lontananza, pero cuidado con el PP, especialista en alimentar y radicalizar los nacionalismos y las ganas de independencia.
Periodista
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada