Aquest dimarts signo a La Vanguardia un reportatge on s'analitza i es recullen algunes destacades reaccions al voltant del nou llistat Parker dels vins catalans, el primer fet per Neal Martin. Es destaquen com sempre els Priorat, i com mai els caves, que han pujat com les seves bombolles. Els Penedès (tret del Nun Vinya dels Taus de l'Enric Soler) més aviat han estat castigats, així com els Conca de Barberà. Un conegut enòleg català i bon amic em deia ahir que més enllà de la meva informació, que ha estat comentada a l'Editorial d'avui de La Vanguardia, "la pregunta es si això reflexa el vi català, si el cava que queda tan bé s'assembla a la mitjana de caves (i preus) exportats, si no hi ha continuitat amb les puntuacions de l'any passat, si el món beura més vi català ara....? Ja sabem que els ben puntuats podran vendre el vi car a partir d'ara.... com la Sara Pérez, el Raül Bobet o l'Enric Soler. Però. i els altres? S'ha fet bé aquesta visita/puntuació dels vins catalans?" Jo crec que tot plegat és molt millorable. A continuació de la meva informació us adjunto l'Editorial de La Vanguardia d'avui:
Priorats y cavas, en la cúspide de Parker
12 Priorat y 5 cavas entre los 20 vinos catalanes y baleares mejor puntuados por la guía The Wine Advocate
RAMON
FRANCÀS
Barcelona
Los vinos del Priorat y los cavas copan las
preferencias en la última lista de la guía de vinos más alabada y criticada, a
partes iguales, del mundo: The Wine Advocate, del gurú de Baltimore Robert
Parker. Hasta seis Priorat, tres cavas y un Costers del Segre ocupan las
diez primeras plazas de la lista Parker de Catalunya y Baleares, que ha
elaborado por primera vez el catador británico Neal Martin. Si se analizan los
20 vinos mejor puntuados las preferencias de la guía norteamericana se muestran
aún más diáfanas: 12 son Priorat (de Mas Martinet, Clos Mogador, Álvaro
Palacios, Terroir al Límit y Portal del Priorat), 5 son cavas (de Gramona,
Recaredo y Loxarel), 1 Costers del Segre (el syrah Thalarn 2010 de Castell
d’Encús de Raül Bobet), 1 Montsant (la vieja garnacha de Capçanes Teixar 2009) y
1 Penedès (el complejo xarel·lo Nun Vinya dels Taus 2010 de Enric Soler). Los
vinos del Montsant (especialmente el Teixar 2009 de Vinyes Domènech, el
picapoll negre Les Tallades de Cal Nicolau 2009 de Orto Vins y el cariñena Mans
de Samsó 2009 de Vinyes d’en Gabriel de Darmós) y del Empordà (destacando el
Finca Garbet 2007 de Castillo Perelada) también han cosechado destacadas puntuaciones.
Dos
cavas de Gramona y uno de Recaredo se han situado entre los 10 primeros. Nunca
antes las puntuaciones de Parker habían ensalzado tanto al espumoso de calidad
del Penedès. Según el presidente de la Confraria del Cava Sant Sadurmí, Pere
Bonet, “estas calificaciones demuestran que el cava es uno de los mejores vinos
del mundo, capaz de competir con los champanes y también con los mejores vinos
tranquilos, gracias a la calidad, la tradición y el buen hacer de los
viticultores y de los enólogos”.
La
lista, que analiza y puntúa 680 vinos y cavas, cuenta con 66 vinos del Priorat entre
los 105 que han obtenido 90 o más puntos (28 de los mejores 40 tintos son del
Priorat). Desde el Consejo Regulador de la DOC Priorat se hace una valoración
positiva de las puntuaciones “en el contexto del reconocimiento que han
alcanzado los Priorat en los últimos años por todo el mundo”. Se añade que
estos buenos resultados representan “un nuevo estímulo para bodegas y
viticultores para seguir manteniendo los niveles de calidad y fidelidad al
territorio a la hora de cultivar y elaborar sus vinos”. Sara Pérez, la enóloga
del vino mejor puntuado, el Clos Martinet 2009, no podía esconder ayer su gran satisfacción
a pesar de que considera aún mejor su añada del 2010. Es la primera vez que uno
de sus vinos encabeza la lista de Parker y es también la primera vez que lo elabora
sin crianza en barricas, solo en depósitos de cemento, para mantener la
“vivacidad” de una añada madura y compleja. Sus 12.000 botellas no se
comercializarán hasta septiembre, a un PVP de 50 euros.
Un
total
de 25 vinos de la DO Montsant han obtenido puntuaciones superiores a
los
90. Para el presidente de su Consejo Regulador, Jaume Domènech, estas
calificaciones constatan que "nuestras bodegas siguen trabajando muy
bien y no
renuncian a su apuesta por la calidad". El director general del Institut
Català de la Vinya i el Vi de la Generalitat, Jordi Bort, valora
positivamente
que se hayan puntuado vinos de las 11 denominaciones de origen
catalanas, “lo
que demuestra una vez más que nuestros vinos tienen un magnífico nivel”.
El éxito de los vinos del Priorat tiene una dimensión cuantitativa y otra, acaso más importante, cualitativa. La comarca cuyo nombre tradicionalmente se asoció a vinos de alta graduación, destinados en su mayoría a la venta a granel, produce hoy caldos de primerísima calidad, que satisfacen los paladares más exigentes; se trataba de un diamante en bruto que se ha sabido pulir.
Merece la pena recordar el modo en que los vinos del Priorat han logrado reinventarse con tanta brillantez, ganando proyección mundial y dando un vuelco importante a una comarca que en tiempos estuvo deprimida. En un cuarto de siglo, el Priorat ha pasado de tener cuatro bodegas embotelladoras a disponer de 96. Hoy no es extraño escuchar hablar en inglés o en francés en las calles de Falset. El milagro se ha producido. Y merece la pena recordarlo porque, yendo de lo particular a lo general, este proceso de reinvención encierra claves de gran interés en tiempos de crisis.
Hace treinta años el Priorat era una comarca casi abandonada, y por tanto bien preservada, pero que producía vinos de batalla. Fue entonces cuando un grupo de pioneros, amantes del oficio, hallaron allí un terroir de enorme potencial, apto para los cultivos más ambiciosos. Instalaron sus bodegas, produjeron sus primeros caldos y, acto seguido, buscaron la sanción positiva de especialistas franceses, suizos o norteamericanos, que se la concedieron alborozados. Con este refrendo, decidieron seguir trabajando. Parker entronizó los vinos del Priorat a principios de los noventa, y su aprecio popular fue extendiéndose. Luego, a caballo entre el siglo XX y el XXI, esta historia de pasión vinícola atrajo inversiones y expandió su masa empresarial.
Capacidad para innovar, visión de futuro, reválida global y local e inversión son algunas de las razones del éxito alcanzado hasta ahora por los vinos del Priorat. Pero ningún presente, por más venturoso que sea, garantiza el futuro. A no ser que sus artífices sepan, como saben aquellos pioneros del Priorat, ahora asistidos por nuevas generaciones, que hay que renovarse continuamente, saber adaptarse a las circunstancias y, por tanto, no pensar jamás que ya todo está hecho.
Priorat, las razones del éxito
Editorial
|
01/05/2012 - 00:00h
THE Wine Advocate, la revista del norteamericano Robert Parker que
anualmente destaca los mejores vinos del mundo, ha seleccionado doce del
Priorat entre los veinte más logrados de Catalunya y Baleares. Las
cuatro primeras posiciones de la tabla están ocupadas por caldos de esta
comarca. La publicación de Parker, que presta atención a un total de
680 vinos y cavas catalanes, da 90 o más puntos a 105, de los cuales 66
son del Priorat.El éxito de los vinos del Priorat tiene una dimensión cuantitativa y otra, acaso más importante, cualitativa. La comarca cuyo nombre tradicionalmente se asoció a vinos de alta graduación, destinados en su mayoría a la venta a granel, produce hoy caldos de primerísima calidad, que satisfacen los paladares más exigentes; se trataba de un diamante en bruto que se ha sabido pulir.
Merece la pena recordar el modo en que los vinos del Priorat han logrado reinventarse con tanta brillantez, ganando proyección mundial y dando un vuelco importante a una comarca que en tiempos estuvo deprimida. En un cuarto de siglo, el Priorat ha pasado de tener cuatro bodegas embotelladoras a disponer de 96. Hoy no es extraño escuchar hablar en inglés o en francés en las calles de Falset. El milagro se ha producido. Y merece la pena recordarlo porque, yendo de lo particular a lo general, este proceso de reinvención encierra claves de gran interés en tiempos de crisis.
Hace treinta años el Priorat era una comarca casi abandonada, y por tanto bien preservada, pero que producía vinos de batalla. Fue entonces cuando un grupo de pioneros, amantes del oficio, hallaron allí un terroir de enorme potencial, apto para los cultivos más ambiciosos. Instalaron sus bodegas, produjeron sus primeros caldos y, acto seguido, buscaron la sanción positiva de especialistas franceses, suizos o norteamericanos, que se la concedieron alborozados. Con este refrendo, decidieron seguir trabajando. Parker entronizó los vinos del Priorat a principios de los noventa, y su aprecio popular fue extendiéndose. Luego, a caballo entre el siglo XX y el XXI, esta historia de pasión vinícola atrajo inversiones y expandió su masa empresarial.
Capacidad para innovar, visión de futuro, reválida global y local e inversión son algunas de las razones del éxito alcanzado hasta ahora por los vinos del Priorat. Pero ningún presente, por más venturoso que sea, garantiza el futuro. A no ser que sus artífices sepan, como saben aquellos pioneros del Priorat, ahora asistidos por nuevas generaciones, que hay que renovarse continuamente, saber adaptarse a las circunstancias y, por tanto, no pensar jamás que ya todo está hecho.
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