En el número del mes d'agost de la revista PlanetAVino (http://www.proensa.com/planetavino.php), que dirigeix Andrés Proensa, signo la crònica del sentit homenatge que la família Rovira Carbonell (Viticultors Mas d'en Gil) ha volgur retre a Masía Barril aprofitant la darrera Fira del Vi de Falset. El tast que es va oferir a l'homenatge, fet al restaurant El Celler de l'Aspic de Falset, va ser memorable, amb vins que són veritables joies. Per mi va ser un gran honor haver pogut viure un acte tan entranyable com aquest i poder tastar uns vins tan impressionants.
Saber es acordarse
Viticultors Mas d’en Gil
rinde un sentido homenaje a Masia Barril
RAMON FRANCÀS
Saber es acordarse, afirmaba el
célebre filósofo griego Aristóteles de Estagira. También hay quien opina que la
mejor admiración es la sabiduría que nos permite construir los espejos donde
algún día deseamos vernos reflejados. Y mucho de todo ello se condensó en el
sentido homenaje que la familia Rovira Carbonell, propietaria del pasional proyecto
prioratino Viticultors Mas d’en Gil, quiso rendir durante la última edición de
la Fira del Vi de Falset a la familia Barril, a quienes adquirieron la idílica
finca y la bodega de Bellmunt del Priorat. Al emotivo homenaje también quiso
sumarse el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Priorat
con una placa especial entregada por su presidente, Toni
Alcover, a Magdalena, la viuda de Rafael Barril.
El
fundador de Viticultors Mas d’en Gil, Pere Rovira Rovira, convencido de que
quien no sabe apreciar su pasado no puede tener mucho futuro, no tiene dudas de
que el éxito del actual Priorat debe mucho a personajes como el matrimonio
Barril. También apunta que “debemos saber de dónde venimos para intentar ir más
lejos”, y que “en la vida hay que tener sentimientos y ser agradecidos”. Su
hija pequeña, Marta, considera que la familia Barril “quizás fue demasiado
moderna para sus tiempos”. Apostaron por el Priorat desde 1931 y llegaron a
exportar sus artesanales y naturales vinos a países como Alemania, Inglaterra o
Estados Unidos. Asegura, sin embargo, que “todo aquello por lo que lucharon no
quedó en el olvido”, y que “para aquellos que tenemos la suerte, la salud y la
energía para defender el Priorat en el siglo XXI, su experiencia y esfuerzo nos
supone una gran referencia para entender qué es el Priorat, y nos permite así
continuar avanzando, quizás más hacia atrás que hacia delante, para encontrar
las raíces de esta tierra que me tiene tan enamorada”. Marta Rovira se refiere
a la aplicación de los cánones de la biodinámica o de reintroducir la labranza
tradicional con tracción animal, en este caso con mula.
De
hecho, Masia Barril ya se anunciaba como “el nuevo Priorato al estilo antiguo”.
Fundada en 1931 por Rafael Barril Figueras, el objetivo de sus promotores era
el de “mantener y mejorar la tradición de los famosos vinos del Priorato”.
Masia Barril también se definía como una “bodega cultural” por considerarse que
la enología debe estar al servicio de la peculiaridad del vino y no de su mayor
comercialización. Utilizaban levaduras autóctonas, no forzaban las fermentaciones
a baja temperatura, no criaban sus vinos en barricas y trabajaron por el
reconocimiento de los vinos del Priorat como “patrimonio enológico universal”.
Además, se promocionaban afirmando, a modo de lema, que “Priorato es más
vino”, y que “Masia Barril es más
Priorato”.
Al
homenaje quiso sumarse desde la distancia René Barbier (Clos Mogador) afirmando
que “ahora está de moda una viticultura natural respetuosa con el medio
ambiente, con una gran diversidad donde las floraciones diversas enriquecen las
uvas para dar mejor calidad y las hierbas aromáticas aportan diversidad y no sé
cuántos beneficios más. Todo ello me recuerda un tiempo en el que nadie
entendía este vocabulario pero vosotros –en referencia al matrimonio Barril- ya
lo practicabais”. René Barbier añadió que “este espíritu y muchas cosas más me
emocionan”, y dijo creer sinceramente que “hoy la familia Rovira ha captado
vuestro mensaje”. También desde la distancia, Carles Pastrana (Clos de l’Obac)
señaló que familias como la Barril (Rafael y Magdalena) o los Peyra de Scala
Dei (especialmente Asunción y Manuel) fueron “gente nada pretenciosa que se dedicaba
en cuerpo y alma a rectificar pequeños errores para abrir la puerta a futuros
grandes logros”. Añadió que “esas dos familias nos abrieron sus casas, sus
bodegas y sus almas durante aquella década de los años ochenta. Fue gente
intuitiva que ya apostaba para que los vinos del Priorat vieran, como así fue.
La luz de un éxito que hoy es justo compartir con ellos”. Quien sí asistió al
homenaje, durante el cual se cataron vinos históricos de Masia Barril y
Viticultors Mas d’en Gil en una vertical única de gran altura, fue el
elaborador y profesor Josep Lluis Pérez, quien calificó el acto de “evento
perfecto”. Pérez destacó la “intuición” por encima de la tecnología en el
proyecto de los Barril. También asistió el prescriptor José Peñín, para quien
Masía Barril “fue la bisagra entre el Priorato de las cooperativas de los
setenta y la irrupción de los Clos de los noventa capitaneados por José Luis
Pérez, Álvaro Palacios, René Barbier y Carles
Pastrana”.
En la histórica cata, celebrada en
el Celler de l’Aspic de Falset, desfilaron los Masia Barril Clásico de 1987
(que aún presentaba fruta madura 25 años después), el sorprendente Típico de
1991 y un monumental Blanco de 1989 que combinaba notas a miel y a orejones con
las rancias. Por parte de Mas d’en Gil se cató el formidable Coma Blanca del
2010, los Coma Vella del 2004 y 2008, los Clos Fontà del 2002 (sensacional por
su elegancia y frescura) y 2008 y el prodigioso vino dulce natural Nus del
2009.
En declaraciones a Planeta Vino, Magdalena
Vicente, la viuda Barril, se mostró especialmente emocionada por un homenaje
que coincidía, exactamente, con el séptimo aniversario del fallecimiento de su
esposo. Magdalena Vicente le recuerda como un “entusiasta” y como “una persona
intuitiva y autodidacta, formada leyendo todo tipo de libros y manuales, que
quiso elevar internacionalmente el prestigio de los vinos del Priorat”. Recuerda
también su común afición por la botánica y sus denodados esfuerzos por impulsar
un proyecto vitivinícola aún manteniendo su residencia en Madrid.
“Inmensa gratificación personal”
Viticultors Mas d'en Gil posee hoy 43 parcelas en una finca de 125 hectáreas en el término
municipal de Bellmunt del Priorat, en del Priorat histórico. Situada a 300 metros sobre el
nivel del mar, con sus terrazas trabajadas como jardines, su orientación
favorece la entrada de una brisa procedente del mar (localmente conocida como
“garbinada”), que proporciona humedad y frescura en los días más calurosos del
verano, permitiendo alcanzar maduraciones óptimas. Su particular microclima,
con una gran amplitud térmica, junto con el carácter que imprime la
‘llicorella’ (el singular suelo de pizarra que caracteriza y delimita la DOC
Priorat), “dan al color, al aroma y al paladar de sus vinos una riqueza y
personalidad únicas”, según sus propietarios. Las terrazas de viña se alternan
con plantaciones propias de olivos y almendros, que dejan paso al bosque,
dentro de la más pura esencia mediterránea. Pero Mas d’en Gil representa mucho
más que una bodega comprometida en elaborar vinos de alta calidad. Es un sueño
hecho realidad. Ante todo, significa para su fundador la “inmensa gratificación
personal de culminar una larga trayectoria en el mundo del vino con la
posibilidad de hacer realidad un sueño: después de dedicar toda una vida al
conocimiento del vino y de la tierra, representa la oportunidad de llevar a
cabo su proyecto más personal y de poder participar en todo el proceso desde
sus inicios, junto con su familia y un apasionado equipo humano, cuidando al
máximo todos los detalles, desde la viña hasta la presentación del vino,
dejando constancia de su devoción y su saber hacer”.
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m'agradaria recordar que en aquest article us heu deixat un nom important que, des de els inicis, a fet que aquest projecte estigui on està, Toni Coca. Ho dic pels qui ignoren els inicis de Mas d'en Gil. Conxita Porta
ResponEliminaConxita, em permeto contestar-li per deixar clar que jo no ignoro els inicis de Mas d'en Gil i que aquest reportatge exclusiu (ningú ha fet cap crònica d'aquest entranyable acte) se centra en dues famílies i no en els seus col·laboradors. El propietari de Mas d'en Gil, si s'hi fixa bé, té paraules de reconeixement per al seu "apasionado equipo humano". Aquí, òbviament, s'hi inclou Toni Coca però també altres col·laboradors, com ara Pere Margalef. Potser ha fet una lectura esbiaixada del meu reportatge.
EliminaNo tinc paraules, Ramon. Jo no hi surto perquè ni sóc res ni ningú em va demanar que hi anés. De fet, quan la Marta Rovira va recordar que m'interessaria la cosa (figura't tu), va ser 24 hores abans. Impossible arreglar-ho i, és clar, oportunitat històrica perduda. En fi...m'alegra que coincidim en algunes apreciacions que vaig poder dir també al Sr. Rovira i a la Marta el dia de la seva presentació d'anyades parell (absolutament d'qacord amb tu en el 2002!) a El Petit Celler de Barcelona: la seva responsabilitat és gran (ara i amb en Toni Coca, és clar) i el llegat que tenen a les mans, difícil de gestionar. Desitjo de tot cor, com suposo ho desitgen tots els que estimen el Priorat, que se'n surtin.
ResponEliminaI jo em poso com a deures (de fet, ja hi estic des que, un parell de dies després,el "cruel" amic Toni Bru va exhibir els cadàvers de les ampolles a l'ampit de la paret d'entrada del seu restaurant) trobar aquest blanc del 1989 i beure-me'n una ampolla. Mai no he tastat un blanc tant antic del Priorat. Gràcies al Ricard Rofes, he pogut beure una sublim ampolla del blanc Prior del Celler de Scala Dei, del 1997, ara fa uns mesos. Però aquest 89 em crida molt!
Gràcies per la crònica, encara que m'hagi posat les dents una mica més llargues!