Aquest dissabte signo a la recontraportada d'Economia de La Vanguardia una informació sobre el meteòric increment de facturació d'un celler de la DO Pla de Bages. Tot plegat conseqüència d'haver encertat comercialitzant un vi jove negre:
El tinto Petit Bernat sitúa a la bodega Oller del Mas de la DO Pla de Bages a ritmo de cerrar el año facturando un millón de euros
La conquista de Petit Bernat
RAMON FRANCÀS
Manresa
La historia del linaje de los
Oller está protagonizada por hombres y mujeres que lucharon en conquistas y
reconquistas y dejaron huella en la memoria histórica de Catalunya. En su
linaje se cuentan caballeros, nobles, prohombres, religiosos o maestros
artesanos. Tras una trayectoria que se remonta al año 964, la familia
propietaria de esta finca de 473 hectáreas de Manresa, Castellgalí y Sant
Salvador de Guardiola con castillo medieval incluido acaba de conseguir su
mayor conquista. Con un desenfadado
vino tinto joven con etiqueta realizada por uno de los representantes de la 37
generación de la familia, Fran Margenat (6 años), han multiplicado
exponencialmente sus ventas. El Petit Bernat nació en abril de 2011 (solo
16.000 botellas) y las ventas de la bodega ya se multiplicaron por 4 ese mismo
mes en relación a abril del 2010. En 2009 su facturación se situaba en 187.000
euros, y en el 2010 en 204.000. El último ejercicio, el primero con el Petit Bernat
en el mercado, lo cerraron con unas ventas que ascendieron hasta los 435.000
euros, y este año esperan alcanzar el millón de euros. O sea, con un solo vino
de calidad, ecológico y con precio ajustado (5.80 euros) han conseguido
multiplicar por cinco su facturación. Es, además, el primer vino catalán que
certifica la huella de carbono. La bodega, por otra parte, ya proyecta lanzar
una réplica en blanco de su Petit Bernat tras la vendimia de este año. Tan bien
les van las cosas que la próxima vendimia será la primera en la que no venderán
a terceros parte de las uvas de sus 45 hectáreas de
viñedos.
Oller
del Mas también está apostando fuerte para abrirse a los mercados
internacionales. En 2011 ya exportaban un 35% de sus 110.000 botellas (este año
la producción ya se sitúa en 220.000 botellas), principalmente a Alemania,
Bélgica, Suiza y Estados Unidos. Tras ocho meses de prospecciones también
acaban de estrenarse con fuerza en el mercado chino. Pero su gran proyecto es
invertir 2,5 millones de euros para iniciar en el 2013 las obras para levantar,
junto a su fortificación, un edificio de 2.500 m2 que acogerá la
sala de barricas de la bodega, un laboratorio y aulas de cata, una tienda
enoturística, un restaurante y, en la cuarta y última planta, un hotel de lujo
de sólo ocho habitaciones. El primer ejecutivo de este proyecto familiar, Frank
Margenat, afirma que su principal objetivo es “preservar de forma indivisible
la histórica finca familiar haciendo rentable un legado que a mis antepasados
costó muchos esfuerzos para mantener”. Su abuelo, de hecho, le solía contar que
la finca solo le daba para “poderse fumar algunos puros”.
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