En el primer número d'aquest 2013 de la revista Vinos y Restaurantes signo un article on repasso el retorn de la tracció animal a les vinyes europees, des de Bordeus o la Champagne a Madrid, la Ribera del Duero, el Bierzo o el Priorat. Veritablement sembla que la revolució cap a una agricultura més respectuosa va guanyaynt adeptes. Què en penseu?
Labrar las viñas como nuestros abuelos
RAMON FRANCÀS
Lo de labrar con caballo, asno o
mula, que desde hace ya varios años se realiza en el Priorat, en Burdeos, en la
Champagne, en Madrid, en el Bierzo, en la Ribera del Duero o en la viña de
xarel·lo de la que nace el longevo y gran cava Turó de’n Mota de Sant Sadurní
d'Anoia (Recaredo), parece que va ganando adeptos. El tractor ya empieza a no
estar muy bien visto para algunos viticultores-elaboradores que buscan la
excelencia volviendo la mirada a los orígenes. Vistas las crecientes prácticas
respetuosas con el medio ambiente y la escalada de precios del combustible, no
es de extrañar que algunos ya no vean tan descabellado volver a trabajar los
viñedos como lo habían hecho sus abuelos.
Si
bien la agricultura se moderniza en muchos sectores, la utilización de animales
de tiro persiste e incluso aumenta, especialmente en viticultura ecológica,
siendo Francia un país pionero, como se recuerda desde Kirios de Adrada de la DO
Ribera del Duero. En sus fincas, los animales de tiro forman parte inseparable
del cultivo de la viña. Utilizan caballos y burros para labrar las tierras
situadas en vertientes o de difícil acceso, entre otros trabajos agrícolas.
Consideran de "vital importancia" fomentar la tracción animal y
hacerla evolucionar. "La tecnología no tendría que permanecer estática, si
no responder a las innovaciones y a los nuevos desafíos", afirman. También
apuntan que "cada vez más, las limitaciones del fomento a la tracción
animal son más bien psicológicas o sociales y no técnicas o económicas. Es
importante contrarrestar la imagen anticuada y negativa que nos presentan,
porque las personas consideren la tracción animal como un opción
realista". Así mismo, se manifiesta desde Kirios de Adrada que "el respeto
y la buena atención a los animales es fundamental en nuestras prácticas
agrícolas, considerándose su trabajo como una tecnología renovable que no
perjudica el medio ambiente y mejora la calidad de vida del medio rural, a la
vez que es pertinente al mundo moderno".
En
Château Pontet-Canet de Burdeos, donde incluso en su página web han colgado un
video mostrando cómo trabajan sus caballos en las viñas, aseguran que la
labranza con tracción animal “no es ni una vuelta atrás ni la búsqueda de una
visión folklórica”. Lo consideran “un verdadero reto que nos acerca más a la
naturaleza y que nos permite ir aún más lejos en nuestra política de respeto de
los viñedos. Con Reine, Opale, Kakou y Surprise labran íntegramente 24 hectáreas, sin
intervención de tractor.
En
una de las maison de la Champagne más
prestigiosas, Louis Roederer, también han introducido la tracción animal en sus
viñedos coincidiendo con su conversión a la agricultura biodinámica, iniciada
en el año 2000. Actualmente, ya son más de 60 las hectáreas de viñedo de Louis
Roederer explotadas siguiendo la cosmogonía biodinámica repartidas entre la Montagne
de Reims, la Vallée de la Marne y la Côte des Blancs. Evitan la utilización de
herbicidas y favorecen una buena aireación y mineralización de la materia
orgánica. Una parte de esos viñedos, cuyas uvas son seleccionadas para el
icónico champán Cristal, son trabajados con caballos para “ir aún más lejos en
nuestro trabajo de alta costura de esta gran cuvée”, según el chef
de cave de Louis Roeder, Jean-Baptiste Lécaillon
Tanto
en Bernabeleva (en San Martín de Valdeiglesias, Madrid) como en Comando G.
(Cadalso de los Vidrios, Madrid) trabajan la tierra con animales desde hace
tres años. Las explicaciones son diversas
pero, principalmente, según el enólogo Marc Isart, es por tratarse de “viñas
complicadas de labrar con maquinaría” y, sobre todo, por creer que “es mejor
labrar con animal que con tractor”. De hecho, asegura que “si pudiera, labraría
todas las viñas con tracción animal, pero económicamente es muy complicado
actualmente labrar toda la superficie con ellos”.
La
labranza con caballería también forma parte del afamado proyecto de Raúl Pérez
en el Bierzo. Labran con una mula y dos caballos, y también cuentan con los
servicios de un asno durante la vendimia. Raúl Pérez afirma que la necesidad
forzada por la orografía de sus viñedos de la población leonesa de Corullón y
la voluntad de recuperar la simbiosis entre el mundo agrícola familiar y el
ganadero, que formaba parte de la tradición del Bierzo, les ha empujado a
apostar por la labranza con animales de tiro, lo cual es “muy natural y
bonito”.
Fredi
Torres, todo un referente del nuevo Priorat, no duda en afirmar que prefiere
trabajar la tierra con las mulas Morena y Pepe que con el tractor. El trabajo con animal lo defiende por
“respetar, y no modificar, la orografía de los costers con viñas viejas del Priorat”. Tener animales, asegura, les
permite hacer compuesto y continuar trabajando con el ciclo de la biodinámica
en toda la viña. Para Fredi Torres también es una “elección personal”, puesto
que “nací en una granja gallega y el proyecto de Saó del Coster es como un
regreso a unos orígenes en la que los animales forman parte de manera clarísima”.
Pere
Rovira, propietario de la modélica finca y bodega de Viticultors Mas d’en Gil,
es un apasionado del mundo de los caballos. Ya hace casi una década que labra
parte de sus viejos viñedos con una mula a la que nunca le ha faltado de nada.
Pere Rovira prefiere la labranza con animales para evitar “una compactación de
la tierra que no deja respirar a las vides”. En esta propiedad de la DOC
Priorat la labranza con mula encaja con su nueva apuesta ecológica y
biodinámica, buscando unos vinos “más auténticos” fruto de un mayor equilibrio
natural.
Dos
de los grandes artífices del resurgir del Priorat, Álvaro Palacios y René
Barbier, también labran parcialmente con tracción animal. René Barbier asegura
que si dispusiera de medios suficientes labraría la totalidad de su Clos
Mogador, de donde nace uno de los dos únicos Vi de Finca catalanes, con
tracción animal. Añade que “la mula nos ofrece grandes ventajas, como el hecho
de que no compacta la tierra como el tractor y la deja esponjosa, la deja
respirar”. Barbier considera que labrar con mula permite que “la tierra vuelva
a vivir”.
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