La projecció enoturística

Sembla que les coses comencen a fer-se bé al Penedès, una regió vitivinícola privilegiada per la seva proximitat a una de les destinacions turístiques més importants d'Europa: Barcelona. En plena crisi s'aborden inversions com les de Mas Tinell o Avgvstvs. El boom enoturístic ha merescut avui tres pàgines a La Vanguardia. Quina opinió en teniu?

Auge enoturístico

RAMON FRANCÀS
Vilafranca del Penedès

Paralelamente a la creciente dinámica de conquista de prestigio y calidad por parte del vino catalán, los territorios vitivinícolas catalanes viven una efervescencia enoturística sin precedentes. De hecho, especialmente gracias al reclamo de Freixenet-Segura Viudas, Codorníu y Torres-Jean León, el Penedès es la ruta del vino española que recibe más enoturistas. El corazón vitivinícola de Catalunya atrajo un total de 458.454 visitantes en el 2009 (del 2010 aún no se han difundido las cifras). Tras haber crecido un 18,7% respecto al 2008, los enoturistas en España supusieron en el 2009 un total de 1.423.253 personas. Los datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino subrayan que la visita a las bodegas es la primera motivación de los enoturistas, seguida del interés por los vinos y el patrimonio y la gastronomía. Los visitantes pasan una media de 2,62 días utilizando mayoritariamente el alojamiento hotelero de 4 estrellas, y gastando 333 euros. Gastan en alojamiento 119 euros, y 116 en restauración. Destinan 16 euros para pagar las entradas y las catas en las bodegas, y 9 en visitas a museos.
Con un total de 156 establecimientos adscritos, Enoturisme Penedès ofrece un amplio abanico de propuestas, que van des de enocalçotades a maridajes gastronómicos o artísticos pasando por excursiones entre viñedos a pie, en bicicleta, a caballo, en todo terreno o en helicóptero. También se ofrecen rutas de todo tipo, visitas a museos, vinoterapia, cursos de cata, talleres de poda y de vendimia, visitas a cavas y bodegas o degustaciones de vino, cava o vinagre. Toda la oferta puede consultarse a través de la página web de Enoturisme Penedès y también, actualizada en tiempo real, a través del móvil a través de una aplicación que se puede bajar gratuitamente en  HYPERLINK "http://altpenedes.synctur.com" http://altpenedes.synctur.com.
Pese a la severidad de la crisis, el empresario Manuel Valderrama invierte 4 millones de euros en un centro enológico junto a sus cavas Mas Tinell, en Vilafranca del Penedès. Se trata de la segunda bodega del Penedès, tras Can Bonastre, que contará con un hotel con encanto. Sus once habitaciones de lujo se situarán sobre la sala de envejecimiento de las barricas y un centro de convenciones con capacidad para 160 personas. El proyecto, que se concreta en un sinuoso edificio cuyas obras se iniciaron en diciembre pasado, incluye una sala de catas y una tienda. Se empezó a proyectar hace seis años y se espera inaugurarlo al inicio del verano del 2012. Su propietario confía en que la inversión contribuirá a la “dinamización” del Penedès y de su propia marca. No es la única inversión enoturística que está en marcha en la zona. A mediados de marzo Cellers Avgvstvs-Forvm de Sant Vicenç de Calders (El Vendrell) espera inaugurar un centro enoturístico en el que han invertido cerca de 400.000 euros. El director comercial de esta bodega, Albert Roca, afirma que el enoturismo “es el mejor medio que disponemos hoy en día en las bodegas para entrar en contacto directo con nuestros clientes finales”. Asegura que su proyecto no solo persigue incrementar la venta de botellas a los visitantes sino que “nuestra intención siempre ha sido la de hacer marca y la de ir transmitiendo, en todo momento, cultura vinícola a través de nuestras catas, la gastronomía de la zona y la pasión por los vinos”.
Desde la Generalitat se reclama unidad de acción conscientes de que el enoturismo “es una de las acciones más importantes que el sector del vino tiene, en su conjunto, sobre la mesa”. El director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (Incavi), Oriol Guevara, asegura que “puesto que se trata de un tema de sector y no de cada uno de los agentes individualmente, requiere acciones consensuadas”. Añade que conseguir que los enoturistas regresen a una región concreta no lo hará un solo paquete sino “toda una comunidad rica en contenidos”. Por ello, Guevara ha anunciado que próximamente convocará a responsables de Agricultura y Turisme de la Generalitat, de los ayuntamientos, los consejos comarcales y las diputaciones para conseguir que no se promuevan acciones individualizadas. Defiende “líneas de acción conjunta y consensuada con una finalidad última muy clara para el sector del vino: aumentar la renta agraria. El director general del Incavi, además, afirma que “estamos liderando un grupo en el seno de la Asamblea de las Regiones de Europa para extender esta colaboración más allá de nuestras fronteras” convencido de que Europa debe ser también un polo de atracción de turistas del vino provenientes de terceros países.
Desde Enoturisme Penedès, sin embargo, no quieren perder su factor “diferenciador”. El presidente adjunto del Consell Comarcal del Alt Penedès, Francesc Olivella, afirma que “a nosotros nos toca trabajar por un Penedès que no se diluya dentro de la marca Costa de Barcelona, sin que ello signifique renegar del potencial turístico de Barcelona”. Pese a rechazar la unidad de acción en Catalunya, Olivella sí la ve imprescindible entre las diferentes instituciones y la iniciativa privada de todo el ámbito de la DO Penedès. Afirma, en este sentido, que “las perdigonadas, por su dispersión,  nunca son buenas”. Enoturisme Penedès, según su directora, Núria Sala, se ha marcado como objetivos estratégicos potenciar la comercialización de la oferta, que quieren consolidar, y los mercados estratégicos: principalmente, y por este orden, Barcelona, Catalunya, España y Francia. Además, ya han empezado a trabajar para llevar sus propuestas a los cruceristas que hacen escala en Barcelona.


Lujo turístico entre viñas
El enoturismo, el hotel y el restaurante ya aportan el 75% de la facturación de la bodega Can Bonastre

R. FRANCÀS
Masquefa

En Can Bonastre Wine Resort fueron pioneros en la DO Penedès a la hora de apostar por el enoturismo con una impresionante inversión enoturística de 15 millones de euros en Masquefa. Incluye una bodega, un spa en el que no falta la vinoterapia, un restaurante, un salón de banquetes y un hotel de lujo entre viñedos. También ofrecen deportes de aventura y vuelos en helicóptero para divisar Montserrat y las viñas del Penedès desde el aire. Todo ello situado en una finca de 100 hectáreas con una masía originaria del siglo XVI. Junto a su bodega abrieron en 2007 el lujoso hotel (de 12 habitaciones y con vistas a las viñas y a Montserrat), aunque ya ofrecían banquetes desde el 2006, y hoy el enoturismo, el hotel y su restaurante ya les reportan el 75% de su facturación. Glòria Vallès, la directora de comunicación y marketing de este negocio familiar en el que comparte la dirección general con su hermano Roger, asegura que su experiencia enoturística en el Penedès ha sido muy buena, aunque muy difícil de desarrollar. Están convencidos que la diversificación les ha permitido asegurar la continuidad del negocio. “Hemos podido comprobar -asegura Glòria Vallès- que la región tiene un gran atractivo turístico, aunque aún queda mucho por hacer ya que podríamos estar con unos índices muy superiores tanto de afluencia de turistas como de pernoctaciones”. Pese a ello, el 2010 lo cerraron con un 62% de ocupación media con un total de 226 días abiertos. Con el enoturismo, que les ha permitido incrementar notablemente la venta directa de sus vinos, sus ventas han crecido un 320%. La mayoría de sus clientes son catalanes, americanos y británicos. Hoy, aseguran, “nuestra bodega no tendría sentido sin el restaurante y el hotel, y viceversa”.
    Glòria Vallès, sin embargo, reconoce que desarrollar y consolidar el proyecto no ha sido nada fácil. Entre las razones de ello destaca que el hecho de que se trate de un negocio completamente nuevo requiere mucho más esfuerzo para explicarlo. Añade que “la poca proyección internacional de la zona también requiere más esfuerzo para explicar dónde estamos, lo cual no nos ocurriría en la Toscana o Napa Valley”. Entiende también que “ha faltado bastante apoyo institucional en relación a la promoción del territorio, aunque esto parece que está cambiando, ya que a los ciudadanos de Barcelona, Terrassa, Sabadell, Manresa o Igualada, por poner solo algunos ejemplos de municipios cercanos, escaparse un día al Penedès es muy fácil pero no saben ni que lo pueden hacer ni lo que pueden encontrar”. Han comprobado que “los que lo descubren se quedan encantados, y quieren volver”. Creen que los 35 minutos en coche que los separan de Barcelona y el aeropuerto y la proximidad con Montserrat y las playas de Sitges y Vilanova i la Geltrú, así como la calidad de los vinos y cavas, son un gran valor añadido para que el corazón vitivinícola de Catalunya se convierta en “un gran destino turístico muy asociado a la marca Barcelona”. Vallès opina que el turismo del vino en Catalunya tiene un gran futuro si se potencia el territorio y los vinos y cavas,  ya que “la marca Barcelona es muy fuerte y reconocida, y el turismo del vino vinculado a la gastronomía mediterránea puede aportarle valor añadido”.

Voluntarismo e ilusión
Subirats, una experiencia modélica

R.F.
Subirats

Subirats, un extenso municipio del Alt Penedès con sólo 3.000 habitantes, ha conseguido destacar por sus iniciativas enoturísticas pese a solo disponer de un presupuesto anual que no llega a los 50.000 euros. Lo gestiona el Patronat Municipal de Turismo, en el que suman más miembros los representantes empresariales que los políticos. Hace ya una década que el patronato se puso en marcha creyendo ciegamente en las posibilidades que ofrece el enoturismo. El vicepresidente del patronato desde su fundación, el cavista Pere Guilera, asegura que el éxito de su iniciativa se ha basado en “el voluntarismo y la ilusión”. Sus miembros, incluso, llegaron a costearse un viaje a Alsacia para recoger ideas con las que desarrollar rutas vitivinícolas en su municipio. Ofrecen desde cicloturismo, visitas, catas o maridajes a un festival musical o un congreso paisajístico, pasando por un exitoso mercado de melocotones del Ordal en verano que se complementa con menús especiales en los restaurantes de la zona. Su oferta gastronómica es uno de los principales reclamos de Subirats, que se autodefine como la Capital de la Vinya, puesto que es el municipio con más superficie dedicada al cultivo de uva para la producción de vino y cava. Cuentan con una decena de restaurantes y tres alojamientos rurales, y ofrecen a las autocaravanas pasar hasta dos noches entre viñas. También cuentan con un Museo del Esperanto. Entre sus grandes proyectos de futuro destaca conseguir desencallar un centro de interpretación de su destacado yacimiento paleontológico en Els Casots, del mioceno inferior, y atraer hasta Can Bou el futuro hipódromo de Catalunya, por el que también pugna Bàscara (Alt Empordà). El Equestrian Penedès pretende sumar el atractivo de la oferta turística basada en el vino y el cava a las carreras de caballos y las apuestas.