diumenge, 3 d’octubre del 2010

Associar-se per a tastar




En el meu article habitual de la revista Vinos y Restaurantes abordo en el número d'octubre el creixent nombre de grups que es creen per a tastar vins. La tendència us sembla interessant?

Asociarse para catar vinos


RAMON FRANCÀS

Coincidiendo con la extensión de la creciente cultura del vino se están multiplicando de forma más que notable los clubs de cata y las reuniones de amigos que, periódicamente, se citan para degustar vinos, a ciegas o a etiqueta descubierta. Hay reuniones privadas de catas a ciegas, como la que se celebra en el domicilio barcelonés de Virginie Tibau, que ha conquistado elevadas cotas con catadores de nivel. Incluso se han consolidado reuniones para preparar el prestigioso concurso de cata por parejas de Vila Viniteca. Especial prestigio ha conseguido el Grupo de Cata Impitoyable de Barcelona. Se trata de una asociación profesional de destacados sumilleres fundada en 1992 que obtuvo en 1996 el Diploma al Mérito Turístico de la Generalitat de Catalunya. No faltan tampoco clubes de vinos, algunos asociados con medios de comunicación, que ofrecen vinos a precios competitivos con facilidad de compra, principalmente haciéndose servir de Internet. El Club de Vinos de El Corte Inglés también se ha lanzado a realizar unos cursos que han bautizado como Conocimiento y Cata de Vinos. Es una iniciativa que ofrece la posibilidad de ampliar conocimientos, descubriendo los principales vinos existentes en el mercado, así como las técnicas de cata. Obviamente también han proliferado las catas virtuales de vino. Según http://tranbel.iespana.es/, “formar parte de un grupo de cata para probar y analizar vinos es una costumbre muy extendida entre los buenos aficionados anglosajones, pero no tanto en nuestro país. Sin embargo, en el cada vez más global y cambiante mundo del vino, en el que los caldos de calidad son más numerosos de año en año y de región en región y en el que la oferta de vinos a nuestra disposición es cada vez mayor, un grupo de cata es un instrumento que nos permite acceder a muchos más vinos sin un aumento equiparable en el gasto”. Se añade que, además, “nos ayuda no sólo a comparar vinos entre sí, sino también nuestras opiniones y reacciones con las de otros”.
Los grupos de cata son numerosos y variopintos. Se encuentran la Asociación Amigos del Vino de Huesca, la madrileña Asociación de Catadores de Vino, la alicantina Asociación de la Marina Baixa, la vizcaína Bacchuss Dastatze Elkartea, la cambadesa A Ribeira de Fefiñans, la navarra Mahatsa Club de Cata...
En otros lugares, a menudo entorno a restaurantes, la participación es más abierta. Es el caso de las reuniones que promueve la Asociació Cultural La Fil·loxera Vastatrix. Esta asociación nació en mayo de 1996 en el marco del restaurante de la Fonda Barcelona de Móra la Nova (en la tarraconense comarca de la Ribera d’Ebre). Este establecimiento, que es regentado por Joan Ramon Casanova Falcó junto con su esposa, no tiene ninguna estrella Michelin ni es distinguido por las grandes guías gastronómicas. No tiene estrellas ni las anhela. Pese a no ser, pues, un restaurante de alto copete, es uno de los últimos reductos de una cocina que podríamos denominar de toda la vida. No es una oferta culinaria de alta expresión, ni de autor, ni de nada que se le pueda parecer. Es un restaurante como los de antes, sin falsas pretensiones. Su asociación, que reúne a 140 socios (un socio por pareja), trabaja para promocionar los vinos de las comarcas de la Ribera d’Ebre, la Terra Alta y el Priorat, o sea, los caldos de las denominaciones de origen Montsant, Tarragona, Terra Alta y Priorat. La actividad de la Fil·loxera suele girar entorno a una cena mensual en la que se catan los emergentes vinos de la zona pero también se presentan caldos del resto del panorama vitivinícola mundial. Una vez al año invitan a personalidades del mundo del vino y de la gastronomía. Incluso colaboran en la comisión de la Fira de Móra la Nova, tanto en la organización de la propia feria como en el concurso de vinos que se celebra y la presentación de los vinos acabados de elaborar. También en alguna ocasión han llegado a organizar para sus socios salidas a diversas bodegas. Buena parte del éxito de sus encuentros reside en el entusiasmo de Joan Ramon Casanova, que profesa un gran apasionamiento por el mundo del vino. De hecho, en la bodega de su restaurante duermen algunas grandes joyas enológicas.


Peu de foto: Joan Ramon Casanova servint al seu restaurant





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