René Barbier a la vinya on neix Nelin |
Fredi Torres, de Saó del Coster |
En el darrer número de la revista de prestigi Selectus Wines (http://www.selectuswines.com) signo un ampli reportatge on recorro el Priorat i alguns dels seus cellers. És un dels paisatges vitivinícoles que més m'atrauen. Tant és així que m'he convertit en un dels veïns d'questa comarca de viticultura tan heroica.
Recorriendo un Priorat de récords
RAMON FRANCÀS
Pese a la enquistada recesión económica, la
Denominación de Origen Calificada Priorat alcanzó en el último año cifras
récord de ventas. La facturación se ha incrementado en un significativo 30%
durante el 2011 (850.000 botellas más), y ha logrado la cifra récord de 3,78
millones de botellas, con el aumento más destacado de los últimos siete
ejercicios. Además, la DOCa Priorat continúa creciendo y ya llega a las 96
bodegas inscritas. También ha crecido el número de viticultores, hasta alcanzar
los 637. Si bien es cierto que el precio mediano de los vinos ha decrecido en
los últimos años, los vinos del Priorat siguen conquistando nuevos mercados
internacionales. Ya se exporta a más de 60 países, manteniéndose Estados Unidos
y Alemania como los principales feudos. Además, se ha empezado a abrir un
incipiente mercado en China y en el sudeste asiático. El presidente del Consejo
Regulador de la DOCa Priorat, Toni Alcover, destaca que las últimas cifras
reflejan que “el esfuerzo orientado a la calidad y a la internacionalización se
ha visto recompensado en un contexto de dificultades económicas”.
Los vinos del Priorat, además,
siguen copando las preferencias en la última lista de la guía de vinos más
alabada y criticada, a partes iguales, del mundo: The Wine Advocate, del gurú
de Baltimore Robert Parker. Hasta seis Priorat, tres cavas y un Costers
del Segre ocupan las diez primeras plazas de la lista Parker de Catalunya y
Baleares, que ha elaborado por primera vez el catador británico Neal Martin. Si
se analizan los 20 vinos mejor puntuados las preferencias de la guía
norteamericana se muestran aún más diáfanas: 12 son Priorat (de Mas Martinet,
Clos Mogador, Álvaro Palacios, Terroir al Límit y Portal del Priorat). Desde el
Consejo Regulador de la DOCa Priorat se ha hecho una valoración positiva de las
puntuaciones “en el contexto del reconocimiento que han alcanzado los Priorat
en los últimos años por todo el mundo”. Se ha añadido que estos buenos
resultados representan “un nuevo estímulo para bodegas y viticultores para
seguir manteniendo los niveles de calidad y fidelidad al territorio a la hora
de cultivar y elaborar sus vinos”.
Clos Mogador
Este
pasado verano he asistido a entusiastas actividades vitivinícolas y he
recorrido alguno de los proyectos más significativos de este Priorat que, pese
a las dificultades, mantiene un claro liderazgo entre los vinos más afamados del
planeta. El periplo lo inicié a mediados
de julio en Clos Mogador, visitando de la mano de René Barbier la viña de la
que se obtiene buena parte de las uvas del sensacional blanco Nelin. El canto
rechinante de cientos y cientos de cigarras a pleno sol, que se multiplicaba
hasta convertirse en un zumbido atronador, nos recibió en Nelin (Gratallops). En
esta finca, las plantas aromáticas y las flores invaden unas vides rebosantes
de insectos.
René,
que ya suma más de 30 años de viña y más de 20 de vino con su Clos Mogador, el
portentoso vino de finca de su pizarroso anfiteatro, no ha perdido ni un ápice
de entusiasmo. Sigue considerándose “más filósofo que vinatero”, y afirma que
hace vino donde se ha enamorado del lugar. Continúa, además, siendo un
ferviente defensor de la filosofía del terroir.
Como afirma en su espectacular libro conmemorativo Clos Mogador: “es posible
sentir y saborear los frutos que la tierra nos ofrece, capturar por la
experiencia el ADN de un lugar. En consecuencia, es posible amar un terroir, ayudarlo, trabajar con él, y,
finalmente, transmitirlo en una botella”. También
en compañía de René Barbier y de la periodista y escritora Empar Moliner catamos
el seductor Manyetes 2009 (90% cariñena y 10% garnacha), un Vi de Vila
balsámico y mineral que ya desde un primer momento se muestra exuberante, con
marcada fruta y con unas notas mentoladas muy nítidas. También catamos el Nelin
2010, un blanco con cierta madurez y notas a orejones y frutos secos. Es un
blanco con mentalidad de tinto, un blanco que René recuerda que “no es para
refrescarse”. Este mago del nuevo Priorat también nos ofreció una verdadera joya,
el Clos Mogador del 2002, un tinto hedonista y maduro, balsámico y profundo que
se muestra con mayor juventud de la que realmente tiene.
Vall Llach
Ya
en agosto visité Vall Llach de Porrera, donde preparan unos escasos rancio y un
vino dulce natural elaborados siguiendo
el estilo más tradicional y donde ultiman el lanzamiento de su último tinto, un
singular Vi de Vila que llega al mercado de cara a la campaña de Navidad
rondando los 60 euros. Salustià Álvarez, con su habitual apasionamiento,
muestra un proyecto fundado por el notario Enric Costa y por el cantautor Lluís
Llach, que no ha dejado de apostar por la microproducción controlada de sus
fincas y trossos “con el objetivo de
que la calidad prevalga siempre por encima de la cantidad”. Vall Llach mantiene
su marcado estilo maduro con viñas de las variedades cariñena y garnacha de
entre 60 y 90 años. En Vall Llach siguen trabajando desde sus dos bodegas, la
de elaboración (La Final) y la de crianza (situada en la casona de Cal
Valdrich), con el objetivo de obtener vinos “fascinantes y exclusivos”.
Ferrer Bobet
Mi
periplo veraniego en el Priorat también me condujo al gran proyecto de Ferrer
Bobet (Sergi Ferrer-Salat y Raül Bobet con la colaboración de la enóloga Isabel
Fortuny). Mantienen su filosofía de “respeto” por la tradición vitivinícola del
Priorat pero apostando por vinos de extrema elegancia pese a su concentración y
corpulencia. Buena muestra de ello son los dos tintos que nos ofreció Isabel
Fortuny. Catamos el Ferrer Bobet 2010 (70% cariñena y 30% garnacha), un vino
con mucha fruta (gominola que recuerda a frutas rojas como las fresas con
nata), muy buena acidez, muy fresco (mentolado). Con una producción cercana a
las 18.000 botellas, esta añada, según Isabel Fortuny, “tiene el frescor de la
del 2008 y el cuerpo de la del 2009”.
También nos ofrecieron el formidable (pese a que mejorará notablemente con el
redondeamiento que experimentará en la botella) Selecció Especial 2010: frutas
negras y notas florales (violetas) en un tinto de gran altura, muy complejo y
mineral (punta de lápiz).
Viticultors Mas d'en Gil
Todo
pasión, el propietario de Viticultors Mas d'en Gil, Pere Rovira, me ofreció la
enésima visita las 43 parcelas de su
espectacular finca de 125
hectáreas en el término municipal de Bellmunt del
Priorat. Mas d’en Gil, según Pere Rovira, representa mucho más que una bodega “comprometida
en elaborar vinos de alta calidad”. Es un sueño hecho realidad. Ante todo,
significa para su fundador la “inmensa gratificación personal de culminar una
larga trayectoria en el mundo del vino con la posibilidad de hacer realidad un
sueño: después de dedicar toda una vida al conocimiento del vino y de la
tierra, representa la oportunidad de llevar a cabo su proyecto más personal y
de poder participar en todo el proceso desde sus inicios, junto con su familia
y un apasionado equipo humano, cuidando al máximo todos los detalles, desde la
viña hasta la presentación del vino, dejando constancia de su devoción y su
saber hacer”.
Ahora
que caminan hacia la biodinámica y que acaban de incorporar una nueva mula, la
Clara, también enfilan la recta final de su último gran proyecto: en su
tradicional vinagrería están elaborando un concentradísimo vinagre de altísima
calidad que se situará entre los mejores del mundo a pesar de que sólo podrán
ofrecer una escasísima producción de 6 litros anuales. La visita, que se prolongó
por espacio de cuatro horas , finalizó con una ilustrativa cata de sus vinos
capaces de trascender con una muy buena relación calidad-precio. La cata
(realizada en un día fruta) se inició con el blanco Coma Alta 2010 (garnacha y
viognier con un toque de madera): Se trata de un vino que ofrece notas francas
a melocotón de agua, hinojo y cacao. En boca muestra almendra amarga y una
buena acidez. Es un vino que añada tras añada profundiza en la fruta y va
reduciendo madera. No parece que tenga 15º. La cata prosiguió con el Coma Vella
del 2008 (una añada difícil). Este Coma Vella, sin embargo, es maduro, redondo,
con notas a frutas rojas producto de la garnacha y con marcadas notas a
eucaliptos. El tercer vino, Clos Fontà del 2007, muestra una profundidad
extraordinaria, una notable fuerza tánica y una increíble frescura mentolada.
Es muy largo y enamoradizo. Destaca por la elegancia y por notas de piel de
naranja confitada y de olivas negras (60% cariñena y el resto garnacha). El
repaso a la producción de Mas d’en Gil finalizó con el gran Nus 2009, un dulce
natural que en nariz se muestra como un vino tranquilo pero que en boca
presenta una dulzura nada empalagosa. Sus 18 gramos de azúcar por
litro se integran en un vino memorable.
Scala Dei
En la histórica bodega de Scala
Dei conocí de primera mano gracias al enólogo Ricard Rofes y al director de
comunicación y marketing del Grupo Codorníu, Diego Lo Prete, sus ambiciosos
nuevos proyectos. La vieja y algo lúgubre tienda de Scala Dei, así como sus
viejos porrones, han sido substituidos por un confortable y moderno centro
ecoturístico centrado en el mundo de la degustación.
Pero
su principal novedad tras el relevante giro dado a partir de la cosecha del
2007, coincidiendo con la incorporación de Rofes, son los nuevos vinos de la
más alta gama que podrían empezar a comercializar a partir del próximo mes de
marzo. Caté los vinos en los propios viñedos de los que nacen y con los que
Scala Dei quiere intentar explicar su personalidad a través de sus grandes
garnachas de baja producción. La llicorella
de la parcela La Creueta (con vides de unos 48 años), los cantos rodados de Artigots
(con garnachas de 55 años) y la arcilla de Sant Antoni, con vides también
plantadas hace más de medio siglo, han permitido elaborar tres grandes
garnachas, que se comercializarán conjuntamente en una misma caja que se
ofrecerá por unos 180 euros. Son vinos de la añada 2010 de los que me ha
apasionado especialmente el elaborado con uvas de La Creueta. Es un tinto muy
mineral, con notas a frutas negras (moras), balsámico y que destaca, muy
especialmente, por un largo y fresquísimo final que lo hacen elegantísimo. Con
estos tres grandes vinos nacidos en ancestrales viñas que cultivaron los monjes
de La Cartuja de Scala Dei confían alcanzar la distinción de Vi de Finca, un
honor que hoy por hoy solo ostenta Clos Mogador.
En
Cellers Scala Dei han trabajado en los últimos años por trascender en calidad
adaptando la bodega a sus 41 viñas diferentes. Cuentan con 66 hectáreas de viñedos propios, a las que
suman 12 he4ctáreas de proveedores que controlan directamente. En el 2011
llegaron a realizar hasta 56 vinificaciones diferentes. Junto con Ricard Rofes
y Diego Lo Petre, pude catar una amplia vertical de sus vinos y dos enormes
joyas: los Cartoixa de 1974 y 1975 (me quedo con esta última histórica añada).
Saó del Coster
Mi tour prioratino lo cerré visitando los viñedos y la pequeña bodega
artesanal de alquiler de Saó del Coster, en Gratallops. El gallego Fredi
Torres, todo un referente del nuevo Priorat tras dejar de pinchar discos en
Lausana, se ha convertido en un emergente viticultor y elaborador. No duda en
afirmar que prefiere trabajar la tierra con sus mulas Morena y Pepe que con el
tractor e incluso cuenta ya con una setentena de gallinas. Fredi Torres
defiende la labranza con tracción animal para “respetar, y no modificar, la
orografía de los costers con viñas
viejas del Priorat”. Tener animales, asegura, les permite hacer compuesto y
continuar trabajando con el ciclo de la biodinámica en toda la viña. Para Fredi
Torres también es una elección personal, puesto que “nací en una granja gallega
y el proyecto de Saó del Coster es como un regreso a unos orígenes en la que
los animales forman parte de manera clarísima”. Torres, con la colaboración de
diversos socios, acaba de ampliar sus viejos viñedos con el viejo coster de Canyarets: 8 hectáreas donde garnachas
y cariñenas de hasta 80 años serán recuperadas para la elaboración de
singulares vinos. Subimos a la nueva finca con un desvencijado todoterreno para
recibir con gran satisfacción las primeras gotas de lluvia de uno de los
veranos más secos que se recuerdan en el Priorat.
Con
una producción de poco más de 20.000 botellas, Saó del Coster, fundada en 2004,
afrontará próximamente la construcción de una nueva bodega, en la que se ha
anunciado que invertirán 400.000 euros. Fredi Torres es un ferviente seguidor
de la ecología y la biodinámica pero nada quiere saber de sellos ni de corsés
normativos. Produce “S”, Terram y su escaso pero memorable cariñena Planassos.
Con Fredi Torres y su colaborador Xavier Barrachina caté sus más que
interesantes vinos, en botella y en barrica. Una frescura digna de admirar pese
a la gran concentración sobresale en sus vinos más jóvenes mientras que en las
añadas más antiguas se constata una clara inspiración clásica, bordelesa, en la
que la madurez y las notas de crianza (cueros) convierten en aterciopelados sus
tánicos tintos.
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