dissabte, 15 d’octubre del 2011

Pilar Rahola, elogia el sector del cava sense parlar dels viticultors

A continuació us adjunto l'article d'avui de Pilar Rahola a La Vanguardia, on elogia el sector del cava obviant una de les seves potes imprescindibles: els viticultors. Què en penseu?

La fuerza de la burbuja

"Cuando un empresario tiene colgada la foto de su bisabuelo, no hay duda: se trata de una gran empresa"

Artículos | 15/10/2011 - 00:00h

Dice el juramento, sellado con una copa de cava, que los cofrades nos juramentamos a defender esa maravilla espumosa. El solemne acto que invistió a los nuevos cofrades de número –aquellos del sector que formarán parte de la cofradía–, los confrares de mèrit –entre los que orgullosamente me encuentro– y el confrare d'honor –que este año fue el president Mas–, se celebró en el extraordinario celler gran de volta catalana que Puig i Cadafalch edificó para las cavas Codorniu.

Fue una ceremonia bellamente ritualizada cuya única voluntad era juntar a los grandes nombres del cava en un amable acto social.

Haciendo, pues, honor al honor que me otorgaron, alzo mi artículo y brindo por el cava catalán. Por supuesto no soy la persona para hablar de las notables características de este vino, porque sólo aspiro a ser una feliz consumidora cada vez que la vida me da ocasión. Pero sí me parece pertinente hablar de este exitoso sector económico, cuya profesionalidad ha traspasado fronteras. Si alguna vez el término català universal fue bien merecido, lo es en el global de estos grandes empresarios del cava que han convertido las burbujas en un éxito sin precedentes. Lo dije en mi agradecimiento como confrare. En esa copa de cava con la que brindan en cualquier rincón del mundo, se mezcla lo mejor del país: tradición, valores familiares, inteligencia empresarial, imaginación comercial y serena ambición. Nada es gratuito y menos el éxito empresarial sólido, ese que no nace de la simple ingeniería financiera, sino de la tenaz construcción de una gran empresa a lo largo de generaciones. Siempre recordaré mis conversaciones con Pere Duran Farell, uno de los hombres más clarividentes que he conocido. Pere repetía una idea central que explicaría el éxito catalán a la largo de la historia. Y cuando hablamos de éxito no hablamos de grandes fortunas propietarias de la mitad del territorio, sino de un tupido tejido empresarial familiar que ha ido tejiendo una sociedad con una sólida clase media, garante de una cierta justicia social. No son más ricos los países que tienen más fortunas, sino aquellos que las tienen mejor repartidas. Y Catalunya es fundamentalmente eso, una gran clase media. Decía Pere Duran que sólo era positiva para una sociedad la empresa que tenía alma, aquella que sabía de dónde venía, qué nombres la habían cimentado, en qué paisaje físico y humano se había creado.

"Cuando un empresario tiene colgada la foto de su bisabuelo en el despacho, no tengas duda: se trata de una gran empresa y de un gran empresario". El sector del cava es exactamente eso, una empresa con alma. Ama sus orígenes, respeta sus tradiciones, se asienta en el pasado y construye sólidamente el futuro. Su éxito no deriva del azar o del trapicheo, sino que es el fruto de un trabajo bien hecho durante generaciones. Pura Catalunya. La mejor Catalunya.




1 comentari:

  1. Rahola, la "gran" Pilar Rahola, òbvia els pagesos intencionadament. Crec que només volia fer un article parlant de l'empresariat català, el seu nomenament com a Dama Confrare li ha estat el fil conductor. Per a mí, la Rahola té algun defecta i unes quantes virtuts, entre elles saber de que vol parlar i fer-ho, encara que alguna vegada sigui cridant. Sense sector vitivinícola no hi ha industria agroalimentària ni empresariat.

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