Això de puntuar els vins és una tasca complicada i forçosament polèmica. Com es pot puntuar bé un vi havent-ne tastat 200 aquell mateix dia? Després passen coses com que el Perro Verde 2010 obté 90 punts (la mateixa puntuació que el Sot Lefriec del 2004). També hi ha d'altres casos sonats, com el del vi Rua. El celler cooperatiu Vírgen de las Viñas va rebre comandes de 500.000 ampolles del vi blanc genèric 'Rua' des que es va conèixer la valoració de 90 punts que li va assignar la guia de Robert Parker en la seva categoria de blancs. No obstant això, en les seves reserves només queden 250.000, cosa que obliga a l'embotelladora a valorar molt els seus compromisos, segons va apuntar l'enòleg Julio Ricarte. 'Està tot venut ", ha afirmat. La qüestió de Rua ha encès un viu debat a Internet. Un amic meu, la identitat del qual mantindré en l'anonimat, ha fet la divertida i brillant aportació que els adjunto (no us la perdeu):
Aunque tardíamente, me uno al cachondeo RUA.
En Ciencia ocurren hechos inexplicables, no racionales, fruto de las coincidencias circunstanciales de factores que influyen sobre una materia, ocasionando resultados anómalos.
RUA es el resultado de algo parecido. El amigo Parker (o Miller) debió sufrir alguna mutación espóntanea en sus papilas, fruto del exceso de vinos pasando por su boca, que le llevara a pensar que un puto palomino es capaz de encandilar a alguien. La palomino es la sosez de las uvas blancas: ni cuerpo, ni nariz, ni boca....sólo fresquito es agradable, y más si se le mezcla con un poquitín de Casera o Coca-Cola. Es el antípodas de una uva blanca gallega.
RUA es la aberración que confirma la inexactitud, subjetividad y arbitrariedad en los procesos de puntuación de vinos. La percepción de los sentidos jamás es cuantificable de forma objetiva y reproducible, como exige el método científico de Descartes, pues al ser una "sensación" (sensus = sentido) , ésta depende del receptor. A un mismo efecto sensorial (luz, ruído, presión, dolor, calor) cada cuerpo reacciona distinto. En Medicina, para valorar el dolor, los pacientes reciben una regla escalada (del 1 al 10) o con emoticonos (desde muy triste a muy alegre) para que con el dedo indiquen el grado de "discomfort" que tienen. Estudios demuestran que a un mismo paciente, tras marcar su nivel de dolor, se le daba fisiológico (placebo) endovenoso y un porcentaje importante sentían "alivio" e indicaban niveles de dolor inferiores, porque creían que se les había administrado un sedante.
Si eso ocurre con el sentido básico y elemental como es el dolor, qué no sucederá con la valoración de un vino, donde se combinan sensaciones gustativas, olfativas y visuales mucho más sutiles que el dolor básico corporal..... La ecuanimidad, la reproductibilidad, la proporcionalidad entre elementos es un puro ejercicio de buena voluntad......
......Lo que sí es un hecho científicamente demostrado, un fenómeno reproducible en el tiempo, proporcional a la potencia de la causa-efecto y que cumple todas las reglas del Método Científico, es las consecuencias de que el amigo Parker te meta un 92 !!!! Llueven los pedidos, sales en miles de notas de prensa, se habla de tí......eso ocurre siempre, se reproduce en el tiempo, es proporcional al efecto y se puede racionalizar este efecto y explicar.
Moraleja: de la no-ciencia se deriva un fenómeno totalmente científico: la compra aborregada de vinos altamente puntuados (unos con razón para ello -los más- pero otros muy inmerecidamente).
Es lo que hay. Así es el mundo del vino. Así se comporta, esas son sus reglas y con ellas hay que jugar, sin pretender cambiarlas. Chapeau para los de RUA, que aprovechen el tirón, que suban un par de eurillos el precio en la próxima añada y en 3 años habrán multiplicado x 10 sus ingresos (por el factor multiplicativo de triplicar unidades y triplicar precio). ¿no le toca el gordo en Navidad cada año a alguien? O la Euroloto? Pues Parker es "el gordo de Navidad" del mundo del vino que sale en Primavera.
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