Vins limitadíssims

Quina opinió us mereixen els vins que són de producció limitadíssima? La qüestió l'abordo en el número d'aquest mes de març de la revista Vinos y Restaurantes:

Vinos escasos

RAMON FRANCÀS

No pocos vinos escasos pero absolutamente interesantes irrumpen constantemente en el mercado. Se trata de pequeñas joyas sólo al alcance de unos pocos. Algunos se refieren a ellos como vinos Bin Laden, y es que muchos hablan de ellos pero apenas nadie los ha visto, catado o degustado. Son vinos que en la mayoría de los casos causan cierto coitus interruptus en el consumidor, ya que se genera gran expectación por su trascendencia mediática pero luego cuestan mucho de encontrarlos o se muestran inalcanzables por sus desorbitados precios. En definitiva, se trata de iconos inalcanzables para el gran público que, en muchos casos, acaban en manos de coleccionistas. 

Un buen ejemplo de ello es el vino español más caro, el Pingus (4.902 botellas) de un Peter Sisseck ciertamente hastiado y fastidiado por la polémica que suscita un vino de cerca de 1.000 euros. Pero entre los vinos escasos también se encuentran algunos situados al alcance de todos los bolsillos. Es el caso del Plou i fa sol, una joya elaborada por los padres del imponente Sot Lefriec (5.500 botellas), el francés Laurent Corrio y la vilafranquesa Irene Alemany, junto con dos socios más. Este blanco amparado por la DO Penedès se comercializó exclusivamente en restaurantes del prestigio de El Bulli, El Celler de Can Roca y los barceloneses Monvínic y Comerç 24. En su primera añada, la del 2008, únicamente se elaboraron 500 botellas, que se vendieron a un precio más que ajustado: 13 euros. Combina las variedades autóctonas xarel·lo y malvasia de Sitges. Es un proyecto muy ilusionante que nace de una espectacular viña de encaración norte plantada en un anfiteatro del espacio natural protegido del macizo calcáreo del Garraf. Pese al aporte de la barrica, destaca por su elegancia, por su mineralidad y por su carácter mediterráneo. También en el Penedès destacó a finales del año pasado un blanco prodigioso elaborado por Recaredo. Sólo se elaboraron 1.200 botellas en esta su primera añada, también la del 2008. Se trata de Can Credo, un refinado pero glicérico xarel·lo fermentado en barrica que se agotó en un santiamén. Con la añada del 2009 ya preparan una producción más destacada: unas 6.000 botellas. Algunos de los vinos españoles más bien puntuados en su última guía por el gurú de Baltimore Robert Parker o bien no pueden encontrarse en el mercado español (ya que se destinan íntegramente al mercado norteamericano) o bien tienen producciones tan limitadas como el memorable Auditori 2007 que elaboró Albert Jané en su bodega Acústic de la DO Montsant. Este tinto de viejas viñas de garnacha obtuvo 95 puntos Parker pero sólo se materializó en un total de 1.730 botellas. Incluso las grandes marcas y grupos vitivinícolas, como Matarromera, han lanzado joyas de limitadísima producción. El bodeguero vallisoletano Carlos Moro ha seleccionado 990 botellas de Valdelosfrailes (Cigales) y otras 990 de Cyan (fruto de viñas casi centenarias de Toro). Ambos tesoros enológicos, redondos y hedonistas tintos, se comercializan a 32 euros la botella. 

Con no mucha más producción se presentan muchos otros vinos, como por ejemplo el soberbio Priorat Solertia 2006 de Manyetes (1.000 botellas), la Parcela el Picón 2005 de Pago de los Capellanes de la Ribera del Duero (2.500 botellas), el enamoradizo Priorat Gran Buig 04 de Viticultors Mas d’en Gil (2.942 botellas), el riojano Parcela Nº 1 07 de Finca La Emperatriz (3.000 botellas), el también riojano de culto Contador 07 (4.200 botellas), el De Puta Madre Tercera Edición de la Bodega Jacques & François Lurton (3.000 botellas)... Para rizar el rizo incluso se encuentran vinos destacados que sólo pueden adquirirse en Internet, como el prioratino Martinet Degustació o el blanco Caspar 2007 elaborado en Egipto también por Mas Martinet.