Aquesta tarda (dimecres) s'ha presentat a l'estand d'Intervin de la família Roqueta el seu nou vi d la Terra Alta, un magnífic negre centrat en la garnatxa. La presentació ha omplert de gom a gom l'estand i ha comptat, fins i tot, amb la presència del director general de l'Incavi, Oiol Guevara.
Roqueta Origen mantiene, pese a la crisis, unas ventas de 20 millones
Terra Alta con bouquet Roqueta
RAMON FRANCÀS
Barcelona
Cautivados por el paisaje, convencidos de unas potencialidades de futuro “sin límites” de la Denominación de Origen Terra Alta, atraídos por la autenticidad de esta emergente pero ancestral zona vitivinícola y de sus gentes y rendidos al carácter de la variedad de uva autóctona garnacha, la familia Roqueta ha decidido apostar ciegamente por un proyecto de alta calidad. Todo ello pivota entorno a Mas Gabrielet, una finca de 60 hectáreas de Batea que adquirieron en 2006. Junto con otra aventura que acaban de poner en marcha en la población murciana de Fuente Álamo, en Jumilla, donde elaboran desde este mismo año bajo el amparo de Vino de la Tierra de Castilla el tinto de monastrell Montal, la familia Roqueta ha salido por primera vez de su Pla de Bages natal para diversificar su negocio vitivinícola. Estos nuevos pasos los han dado constituyendo recientemente un holding familiar que han bautizado como Roqueta Origen y que incluye Bodegas 1898 (las antiguas Bodegas Roqueta), Abadal, el murciano Pago de Montal y el nuevo proyecto de la Terra Alta. El grupo de empresas familiar, pese a la crisis, consiguió cerrar el último ejercicio igualando los 20 millones de euros facturados en 2008. Además, el año pasado elevaron hasta el medio centenar los países a los que exportan, penetrando por primera vez en Islandia, las Islas Guadalupe o Ecuador.
El consejero delegado del grupo, Valentí Roqueta, se muestra convencido de que la Terra Alta es una de las zonas “más auténticas de Catalunya”, y que tiene un “inmenso futuro” que ya se empieza a visualizar. Valentí Roqueta entiende, también, que con esta inversión “reforzamos nuestra apuesta familiar por variedades de uva autóctonas como la picapoll, la garnacha, la sumoll o la monastrell”. Afirma, sin embargo, que fueron la insistencia de su hijo Ramon, de 29 años, y la belleza del paisaje los verdaderos responsables de la apuesta de su grupo por la Terra Alta. Ramon Roqueta, tras formarse como enólogo en Montpellier, en Châteauneuf-du-Pape (Ródano), en Sonoma (California) y en Australia y tras concluir estudios empresariales, quiere convertir su aventura de la Terra Alta en “uno de los principales referentes de calidad” de esta DO. Para ello se ha rodeado de los enólogos de prestigio Joan Soler y Lluís Marín. El próximo miércoles presentarán en el salón Intervin su primer vino de Batea, un escaso y portentoso pero elegantísimo tinto centrado en la variedad garnacha (60%) que se redondea con syrah y cabernet sauvignon. Ha sido bautizado con el nombre de LaFou y brilla por su fruta, pero también por su frescura balsámica y por su madera bien integrada. Sólo han elaborado 6.500 botellas, que venderán a un PVP de 35 euros, situándose en la gama más alta de precio de la Terra Alta. Con la cosecha del 2011 esperan alcanzar una producción de 30.000 botellas. El proyecto se completa con la construcción de una bodega en la que invertirán 1,5 millones de euros. Se trata de una inversión que quieren abordar en el plazo de un año en el marco de un proyecto que han desarrollado sin prisas buscando la “sostenibilidad” económica. De hecho, como afirma Ramon Roqueta, “no queremos poner en marcha iniciativas que no se sostengan por ellas mismas”.
Peu de foto: Ramon Roqueta, con una botella de LaFou en la nevada finca de Can Gabielet
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