diumenge, 15 de gener del 2012

Anàlisi del sector de l'oli, avui La Vanguardia


Aquest diumenge també signo a La Vanguardia (suplement econòmic Diners) un reportatge a dues pàgines on s'analitza la dura realitat del sector de l'oli a casa nostra. El reportatge, que adjunto a continuació, s'acompanya de 16 fitxes de 16 olis, que aniran protagonitzant posteriors post:

El ‘oro líquido’, también en crisis

RAMON FRANCÀS
Barcelona

El aceite de oliva en Catalunya es un cultivo mediterráneo tradicional que tiene una notable importancia territorial (14,3% de la superficie cultivada) pero una escasa participación en la producción final agraria (1,55%), según datos del Departament d’Agricultura de la Generalitat (DAR). Esta divergencia se explica por el hecho de ser cultivado mayoritariamente en tierras de secano (85,4% de la superficie cultivada) y en terrenos rústicos con bajos rendimientos. Últimamente, el aceite de oliva se está produciendo cada vez más en explotaciones modernas con riego, hecho que se convierte en una alternativa de gran interés, según la Generalitat, aunque hoy minoritaria. Actualmente hay en Catalunya 122 cooperativas de aceite de oliva. Casi la totalidad de la producción de olivas en Catalunya se destina a la transformación en aceite. La producción de aceite de oliva catalán representa el 3,1% de la producción española (campaña 2010-11). La producción de aceite en el conjunto de Catalunya durante la campaña 2010-11 fue un 28,8% superior respecto de la campaña anterior, en torno a las 42.360 toneladas. El sector sufre una considerable disminución del precio percibido por el payés desde principios del 2006. Los bajos precios de la última campaña llevaron a activar el almacenaje privado, una medida que ha resultado ser inútil para recuperar los precios según el sindicato agrario Unió de Pagesos. La crisis económica ha propiciado una disminución de la demanda de aceite de oliva, la cual se ha desplazado hacia otras grasas vegetales sustitutivas, hecho que sumado a las buenas producciones de la campaña del año pasado ha comportado un aumento de las existencias y la disminución de los precios. Este cultivo tiene una importancia especial en Lleida y Tarragona, especialmente en el Baix Ebre, Les Garrigues, el Montsià y el Segrià, que ya representan el 62% de la superficie total (2010). En Catalunya existen cinco Denominaciones de Origen Protegidas para el aceite.
La caída de la producción por la sequía y las altas temperaturas de la presente cosecha (que Unió de Pagesos cifra en un 50%); la crisis económica y los bajos precios de la gran distribución; la competencia intrasectorial y la nueva propuesta de reforma de la PAC (que afectarían principalmente al sector del olivo con destacadas caídas de ingresos) son los principales problemas que el sector tiene sobre la mesa, según el director general d’Alimentació, Qualitat i Indústries Agroalimentàries de la Generalitat, Domènec Vila. La crisis de precios que sufre el sector desde hace cuatro campañas ha hecho perder a los productores catalanes una media de 16 millones de euros anuales desde la campaña 2007-2008, según Josep Carlos Vicente, el responsable de los sectores vegetales de UP. Desde este sindicato se afirma que la situación es “muy grave” y se lamenta que las grandes empresas distribuidoras tengan una cuota de mercado del 88% en el caso del aceite de oliva virgen extra, y de un 86% en el caso del aceite de oliva. El director general de Alimentació, Qualitat i Indústries Agroalimentàries, Domènec Vila, recuerda que desde la Generalitat no pueden
condicionar los precios del aceite pero sí adoptar mediudas para “procurar evitar la desaparición de este sector agrario”. Vila afirma que los principales ámbitos de actuación van dirigidos a las zonas de secano más deprimidas y que se incidirá en “mejorar los sistemas de producción para conseguir explotaciones más rentables”.
Marta Gironès, la propietaria de la distribuidora catalana Olivias Seleccions, que representa a una treintena de marcas, remarca que “son las grandes empresas de distribución, que trabajan con marcas blancas, las que están devaluando el precio del aceite”. Considera que “el gran reto pendiente es educar al consumidor para que valore más las propiedades saludables del aceite virgen extra, a diferencia de los aceites refinados”. Gironès lamenta que el producto de mayor calidad español, el aceite virgen extra, se exporte mayoritariamente (principalmente a Italia) cuando las diferencias de precio con los aceites menos saludables son “pequeñas”. Añade que “es como si el mejor jamón de pata negra de Jabugo lo exportáramos y solo nos quedáramos para consumir jamón del país”.

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