Control-c / control-v

Aquest text que ara reprodueixo és un article d'opinió que he redactat però que finalment no es publicarà. Potser els mitjans de comunicació especialitzats en arguments informatius vitivinícoles només parlen de les excel·lències i s'obliden d'abordar les qüestions més polèmiques. M'agradaria que em donguessiu la vostra opinió sobre la situació que exposo en aquest text ara que està de plena actualitat informativa el programa desenvolupat per l'empresa de tecnologia Symmetric que permet verificar si un text és original de l'autor que el presenta o si és una còpia extreta d'Internet. 

Los profesionales que nos dedicamos a los argumentos informativos vitivinícolas no dejamos de recibir correos eléctrónicos que inundan nuestras cuentas  en los que nos adentran en toda suerte de bondades de vinos de los que sólo nos ofrecen notas de cata, notas informativas y, con un poco de suerte, fotografías en alta resolución. Las muestras (y por supuesto las contramuestras) cada día lucen más por su ausencia. Explorando en mi dirección electrónica no me ha costado nada encontrar mensajes como el que sigue: “Te adjuntamos una nota de cata y la fotografía, esperando que la noticia te resulte interesante y agradeciéndote por adelantado la difusión que puedas hacer de ello”. La mayoría suelen ser comunicaciones lacónicas, de la suerte de la que sigue: La bodega x “acaba de lanzar al mercado las nuevas añadas de los vinos x x. Adjuntamos fotografías de los vinos y fichas de cata. Departamento de Imagen y Comunicación”. Estas comunicaciones electrónicas parecen cortadas por un mismo patrón, tanto si provienen de la propia bodega como si quien las difunde es una agencia de comunicación que representa a la bodega, como es el caso de la siguiente: “Buenos días, coincidiendo con el lanzamiento al mercado de la nueva añada, el cava x presenta nueva imagen y acaba de recibir un nuevo reconocimiento... Os adjuntamos toda la información de estas noticias por si puede ser de vuestro interés. Podéis descargar la imagen en alta resolución en el siguiente link”. En algunos casos la prosa se torna casi poética, pese a que el remitente también se ‘olvidó’ de mandar una simple muestra y incurrió en alguna falta ortográfica que me he permitido la licencia de corregir: “Color rojo granate con el ribete violáceo, muy cubierto. Aroma intenso de frutas negras maduras: arándanos, moras, envueltos en fragantes notas de violetas, sobre un fondo balsámico de eucalipto y menta fresca. En buen equilibrio con los tonos de la barrica, especias como la vainilla, la canela y el clavo, tostados y torrefactos (toffee, bombón inglés) y con un marcado carácter mineral, grafito, turba, y sotobosque mediterráneo (romero, jara, tomillo....). En conjunto muy complejo, lleno de matices y en constante evolución en la copa”. También abundan mucho las notas de prensa que nos llegan a nuestro e-mail sin muestra pero, eso sí, con el amparo de una alta puntuación en tal o cual guía de pretendidos gurús que hacen un buen negocio y no siempre explican de quién cobran y cuáles son sus intereses.

Lo peor del caso que aquí nos ocupa es que no pocos profesionales (¿?) ni pocos medios de comunicación acaban practicando la aberración periodística del control-copiar / control-pegar y esa suerte de mensajes pseudopublicitarios acaban ganándose el premio, quizás no merecido, de la publicación sin ver modificado ni una sola coma del texto original. Ello hace un flaco favor a nuestra profesión, que necesita de un mayor prestigio y de una más alta consideración. No se me ocurre que un crítico de la sección de motor de un diario se atreva a desgranarnos los pros y contras de un turismo, si se agarra bien al asfalto o si el rumor del motor es el adecuado, sin antes haberlo conducido. Tampoco quiero creer que un crítico cinematográfico nos recomiende una película sin haberla visto o que nos ofrezcan una crónica taurina sin haber asistido al ruedo. Todo ello me lleva a la conclusión de que hay que saber seleccionar lo que se lee, dónde se lee y quién firma la información.